Aljamain Sterling, el monarca de UFC que dejó atrás su etiqueta de campeón ilegítimo

Aljamain Sterling luego de derrotar a Henry Cejudo en Nueva Jersey. (Chris Unger/Zuffa LLC via Getty Images)
Aljamain Sterling luego de derrotar a Henry Cejudo en Nueva Jersey. (Chris Unger/Zuffa LLC via Getty Images)

Aljamain Sterling podrá no gustarle a un sector de la fanaticada de la UFC; incluso, seguir sin convencer a los directivos de la empresa. Porque sí, su reinado empezó por un accidente en el octágono. Pero reforzó el camino que había trazado sobre la jaula con una victoria especial, tras el reto más importante de su carrera. Y por eso acalló las críticas, ahora es un campeón legítimo.

A lo largo de 33 años, el atleta de raíces jamaiquinas ha remado contracorriente para establecer su legado. Por recomendación de sus padres, durante su juventud inició su ruta en la lucha olímpica; no deseaban que ni él, ni sus 7 hermanos, se adentraran al contexto de las pandillas en Nueva York. Desde la óptica de ambos, el deporte y la escuela eran los mecanismos adecuados para sobresalir. Sterling no les falló.

En su lugar, se convirtió en uno de los prospectos más llamativos del colegio de Morrisville. Hasta Jon Jones, el actual Campeón Mundial de Peso Completo de la UFC, se impresionó por su habilidad en el tatami. No alimentó los cuestionamientos sobre su estilo, con los que ha lidiado desde el comienzo de su recorrido; lo instó a que entrenaran juntos y a que siguiera distante de los cánones de las batallas.

Para la década del 2010, Jones ya figuraba como una estrella de la UFC: a la edad de 23, se posicionó como el monarca más joven en las arcas de la promotora. Su consejo le sirvió como motivación: no traicionar sus principios lo catapultó a la gloria. Pronto se erigió como el mejor competidor amateur de la National Collegiate Athletic Association (NCAA); a sus padres les retribuyó con una condecoración en educación física.

Alineó todo como debía de ser. No fue hasta 2014 que arribó a las artes marciales mixtas, en aras de probar que las expectativas depositadas sobre su espalda no eran en vano. Perdió con su compatriota Bryan Caraway, asimismo con los brasileños Raphael Assunção y Marlon Moraes. Sólo terminó favorecido; se propuso no caer de nuevo, ganar un cincho y no consentir las dudas sobre su legitimidad.

La etapa dorada de Aljamain Sterling arrancó en 2021, en torno a un resultado polémico. Para ese punto ya acumulaba 20 triunfos y 3 derrotas en el negocio, mas la forma en que alzó el título de las 135 libras no ocurrió por la vía tradicional: ni por las tarjetas o la eventual rendición de su oponente. En realidad, un golpe ilegal cambió todo el panorama.

Estaba apoyado sobre sus pies y rodillas sobre la lona, cuando el ruso Petr Yan lo conectó con un rodillazo directo a la cabeza. El hecho causó su descalificación inmediata; no sólo lo despojaron de la presea, sino que se la cedieron directamente a Sterling. Ese episodio amargo derivó en una revancha, de la que volvió a salir airoso por una decisión dividida.

Sí, ganar es ganar; aún en un duelo tan cerrado. Luego noqueó al veterano T.J. Dillashaw, el único dos veces rey de su clasificación. No era una hazaña menor, el detalle es que todavía no era suficiente ante los ojos del resto. Su credibilidad permanecía mermada por la naturaleza de su dominio. El llamado emergente de Henry Cejudo habría de alabarlo o sepultarlo en definitiva.

Le enviaron a un matón que, sin aparecer en los rankings oficiales, estaba dispuesto a regresar al ruedo para destronarlo. Un pedido sin igual y atípico de Dana White, presidente del consorcio. Eso sí, no era cualquiera: simbolizaba el desafío del medallista de lucha libre, en Beijing 2008, que puede presumir de haber cargado con el oro olímpico y dos cinturones de la UFC al mismo tiempo. El peligro era aún mayúsculo.

En caso de caer, el precio por pagar era muy alto: las condiciones lo habrían enmarcado en una mentira. Aunque demostró por qué le llaman Funk Master en la disciplina: es un auténtico freestyler de los deportes de combate. Así, el oriundo de Nueva York venció a la leyenda para retener el Campeonato Mundial de Peso Gallo de la compañía. Esa significó la prueba más difícil de su trayectoria.

Aljamain Sterling controla a Henry Cejudo durante su batalla del sábado 6 de mayo de 2023. (Louis Grasse/PxImages/Icon Sportswire via Getty Images)
Aljamain Sterling controla a Henry Cejudo durante su batalla del sábado 6 de mayo de 2023. (Louis Grasse/PxImages/Icon Sportswire via Getty Images)

Fue capaz de adaptarse al carácter técnico que enarbola su rival, quien no competía como profesional hace tres años; mas nunca dejó de dar cátedra en el gimnasio. Sterling desdibujó a Triple C, ese al que los grandes peleadores en la historia de la categoría como Demetrious Johnson, Sergio Pettis y Dominick Cruz no lograron descifrar.

Empeñó su plan de juego en tomar la espalda de su contrincante, derribarlo, escapar de sus candados e impactarlo de pie. Salió avante de una contienda muy apegada al terreno táctico, dado que dos de los tres jueces lo favorecieron; esa resultó la manera más contundente de silenciar a sus detractores. Después de todo, la discusión continuará pero los registros lo enaltecen.

Aljamain Sterling no pierde desde 2018, son nueve encuentros al hilo sin conocer los deslices. Y ya alcanzó las tres defensas de su galardón; por increíble que parezca, ningún otro ex campeón ha podido gestar tal racha. “La gente siempre buscará criticarme. Mientras tanto, sigo ganándole a los mejores atletas. Quienes entienden cómo funciona este deporte, saben qué tanto importa lo que he conseguido”, sentenció. Sean O'Malley será su siguiente retador mandatorio.

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