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Zak Cummings, el peleador de UFC que volvió a pelear tras una lesión por una promesa a su hija

Zak Cummings y Ed Herman se abrazan luego de que ambos confirmaran su retiro de la UFC. (Josh Hedges/Zuffa LLC via Getty Images)
Zak Cummings y Ed Herman se abrazan luego de que ambos confirmaran su retiro de la UFC. (Josh Hedges/Zuffa LLC via Getty Images)

Zak Cummings tuvo una despedida a lo grande de la UFC: regresó al octágono tras recuperarse de una hernia discal, le cumplió una promesa a su hija, ganó por nocaut y festejó frente a su público en Kansas City. Luego de la batalla, gestó uno de los momentos más emotivos en la historia de las artes marciales mixtas. Dado que su rival también decidió retirarse, juntos lloraron y se enfundaron en un abrazo eterno.

Cummings no nació en Missouri, sino en Texas, aunque fue en Kansas donde vivió su niñez. A la par, el sitio en que se consolidó como deportista y en el que abrió su gimnasio para convertirse en entrenador. A los 38 años, tenía poco más que concretar en la UFC. Nunca ganó un campeonato mundial en la promotora, pero afrontó 14 contiendas durante una década en la jaula.

Una lesión de espalda parecía haber adelantado su retiro en 2021. Decidió pasar por el quirófano con tal de recuperarse, un retorno lucía complejo. Lo concretó debido a una poderosa razón: su hija de cinco años le pidió que volviera al ruedo por última ocasión. Y es que a veces no existe deseo tan importante para un padre que el de complacer a los retoños.

Cummings aceptó medirse a otro veterano: el longevo Ed Herman, de 42. El detalle es que tuvo que subir 25 libras para pactar la reyerta. Ya había competido en las categorías de peso wélter y mediano, jamás en la división de los semicompletos. Sí, porque aún en el ocaso del trayecto, nunca es tarde para tener una primera vez: ni en el deporte, ni en la vida.

Su debut en una categoría distinta derivó en su adiós definitivo. Por tres rounds consecutivos, dominó a su oponente hasta que consiguió derrumbarlo. Así, se consagró como uno de los 17 atletas que obtuvieron victorias en tres clasificaciones diferentes de la UFC. Ni en sus sueños más lúcidos imaginó un mejor final que ese.

Justo cuando agradecía el apoyo a los 16 mil asistentes en el T-Mobile Center, Herman completó la parte que faltaba en la postal. Lo acompañó en un instante único en la UFC. Ambos se despojaron de sus guantes, la señal que indica que su tiempo en activo concluyó. Entonces, los colocaron en el centro del octágono y se arrodillaron frente a frente.

Recargaron la cabeza sobre la lona, apoyaron sus manos en el hombro del otro y se levantaron entre lágrimas. La grada no cesó en aplausos. El clip ya supera las 100 mil reproducciones en redes sociales. “Tengo mucho respeto por Ed, ha estado tantos años en el negocio. Verlo terminar así su carrera me rompió el corazón. Nunca olvidaré el momento que compartimos”, sentenció Cummings.

Zak Cummings peleó por 10 años en la UFC; Ed Herman perteneció a la compañía por 17. (Josh Hedges/Zuffa LLC via Getty Images)
Zak Cummings peleó por 10 años en la UFC; Ed Herman perteneció a la compañía por 17. (Josh Hedges/Zuffa LLC via Getty Images)

Pese a que le restaba un encuentro más en su contrato, prefirió declinar un futuro emparejamiento y retirarse en el lugar que le ha dado todo. Admitió que, después de la cirugía, había recuperado las ganas por entrenar; sin embargo, detalló que su cuerpo está muy lastimado. Además, que esta era la oportunidad idónea para marcharse y continuar su ruta como impulsor de nuevos talentos.

Ya que no hay algo similar a la jubilación en las artes marciales mixtas, Dana White confirmó que le otrogó a ambos un bono de 50 mil dólares. “Los dos me agradan muchísimo. Para Cummings, el hecho de ganar como lo hizo de local. Fue el cierre perfecto para coronar una gran carrera. Tomó la mejor decisión, lo respaldo y lo respeto. Le deseo la mejor de las suertes”, aseguró el presidente de la UFC.

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