Henry Cejudo, la leyenda para la que los rankings parecieran no aplicar dentro de UFC

Henry Cejudo como doble campeón de la UFC en 2019. (Jeff Bottari/Zuffa LLC/Zuffa LLC via Getty Images)
Henry Cejudo como doble campeón de la UFC en 2019. (Jeff Bottari/Zuffa LLC/Zuffa LLC via Getty Images)

Henry Cejudo es uno de los atletas más completos que ha pisado la UFC. Fue medallista olímpico, monarca simultáneo en el octágono y volverá a las artes marciales mixtas con sed de revancha; intentará recapturar uno de los dos títulos que ya portó en el pasado. Pero su retorno ha resultado polémico, dista de las reglas habituales que suponen los rankings de la empresa.

El oriundo de Los Ángeles, California no es cualquier peleador. ¿Cuántos combatientes pueden asegurar haber ganado una medalla en los Juegos Olímpicos y una presea en la UFC? Sólo Cejudo; quien ganó el oro en lucha libre, dentro de la categoría de 55 kilogramos en Beijing 2008, y alcanzó los Campeonatos Mundiales de Peso Mosca y Gallo en su transición del tatami a la jaula.

Por ello, representa una de las figuras más importantes en el deporte. Porque su legado lo respalda, batalló desde los 11 años para convertirse en profesional y marcar su nombre en la historia de la disciplina; lo logró. En sus noches más lúcidas, acabó con los mejores: en 2018 destronó a Demetrious Johnson, la efigie por excelencia de las 125 libras.

Johnson, conocido como The Mighty Mouse, cargó con la presea de la división por casi 6 años consecutivos. Fue el estandarte inaugural de la clasificación que hoy lidera el mexicano Brandon Moreno. Dos años antes de su revancha, noqueó a Henry Cejudo; nadie lo había conseguido. Lo hizo lucir de la peor forma posible: lo derribó tras una combinación de rodillazos al cuerpo y golpes a la cabeza.

En el segundo capítulo, una decisión dividida terminó su emblemático reinado. Cejudo acabó con una racha de 11 defensas al hilo, se esmeró en gestar esa estampa. Y la sorpresa fue mayúscula. A la postre, expuso el galardón y subió al Peso Gallo; no sólo conquistó el nuevo cinturón, sino que envió un mensaje claro a sus futuros contendientes de las 135 libras: siempre quería más.

Un solo cincho no le bastaba para demostrar su fiereza. Si Conor McGregor, Daniel Cormier y Amanda Nunes ya habían domado la faena, ¿Qué le impedía lograrlo? El detalle es que justo cuando estaba en la cima, a la edad de 33 y en 2020, decidió retirarse. Alegó que necesitaba disfrutar con su familia, era un descanso merecido. No se distanció de las artes marciales mixtas, sólo se adaptó al rol de entrenador.

Así, fungió como el coach de su entrañable rival Demetrious Johnson. Otros elementos del calibre de Deiveson Figueiredo, Jon Jones y Jiří Procházka también buscaron sus consejos. Un maestro de esa calidad no suele estar disponible y debían aprovecharlo. Las cosas cambiaron en la UFC y ante una mayor exposición de talentos, le insistieron en regresar al ruedo.

Por pedido especial de Dana White, presidente de la compañía, Henry Cejudo contenderá por una correa. Sí, al directivo no le importó seguir las normas: hay un ranking que considerar antes de generar emparejamientos titulares. Dado que Triple G dejó de estar activo en un lapso de tres años, debía de escalar entre los 15 puestos de la clasificación antes de gozar de un sitio estelar.

Es lo que la lógica indicaba: tomar una reyerta con tal de enfilarse por segunda ocasión. Ese es el método más justo para aquellos que anhelan coronarse en la UFC. Ir de paso en paso previo a su oportunidad. Eso indicaba la lógica de White, quien no ha dudado en descartar confrontaciones por esa razón. Con Henry Cejudo, el criterio no aplicó igual; aunque era lo más factible en negocio.

Negar sus logros es demeritarlo. Sin embargo, lo seleccionaron a mano alzada. Aljamain Sterling, el vigente rey de los gallos que apostará su continuidad en el trono, se quejó públicamente. Lo sintió como un arrebato. Había dos retadores claros en el camino: Merab Dvalishvili y Sean O'Malley. Además del emergente Cory Sandhagen. ¿Cuál fue el verdadero motivo para elegirlo por encima de ellos?

¿Fue un reflejo del disgusto de White, en aras de invalidar su recorrido como monarca? Es lo que expuso el neoyorquino. ¿Un capricho? En una esfera tan disputada como la de las 135 libras, donde no hay cruces repetidos y las posibilidades de feudos frescos son amplias, podría simbolizarlo. Henry Cejudo es el menos culpable, sólo tratará de refrendar su valía; está acostumbrado a mirar desde la cima.

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