Yahoo Noticias Chyna, ‘la novena maravilla del mundo’ de la lucha libre que fue olvidada por la WWE
D-Generation X celebró su 25 aniversario como equipo en la WWE. Desde su debut, en 1997, muchas cosas cambiaron en la compañía. Ahora Triple H y Shawn Michaels, los líderes del grupo que soñaban tener el control, están a cargo de ella. Lo que jamás cambió fue el reconocimiento que la directiva le negó a Chyna, la gladiadora que fue pilar en la facción y rompió esquemas en la lucha libre.
La luchadora falleció en abril de 2016, a causa de una sobredosis. Sin embargo, su legado sigue latente en la memoria de los aficionados del entretenimiento deportivo. Cuatro años de carrera en la WWE le bastaron para consolidarse como el estandarte que inspiró a las siguientes generaciones de atletas femeninas. Demostró que las mujeres podían ser más dominantes que los hombres en el ring.
Algunos veteranos tampoco omiten su importancia. X-Pac, una de sus exparejas y aún miembro de D-Generation X, la honró en el festejo. “Ahora que tengo su atención, pido una ovación para la que considero fue el ingrediente mágico en la receta de DX: ‘La novena maravilla del mundo’ Chyna”, enunció ante los fanáticos presentes en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.
La grada respondió con aplausos, pero el homenaje a su trayectoria quedó en una simple mención. El Rey de Reyes, El Chico Rompecorazones y Road Dogg, quienes permanecían en el cuadrilátero, no emitieron una sola palabra al respecto. Fungió como una pieza disruptiva del negocio y, en un momento tan emblemático, sus aliados la dejaron de lado. Tal como lo ha hecho la WWE por más de 20 años.
Chyna alcanzó la cima de la mano de Triple H. Previo a su primera presentación oficial, ambos sostenían una relación fuera de los encordados. Sobre la lona, siempre le cuidó la espalda con tal de que sobresaliera. A la par, aprovechó el foco para hacerse de un nombre. Era más que una acompañante, contaba con el talento, el físico y la fuerza necesaria para dejar huella en la disciplina.
En lugar de competir en la división femenina, fue de lleno contra los varones más laureados de la época. ¿D-Generation X debía encarar a leyendas del calibre de The Rock o Bret Hart? Antes de los demás en la facción, ella no titubeaba en dar el paso al frente. Así comenzó con el personaje que la catapultó como una revolucionaria.
La empresa la denominó “La novena maravilla del mundo”, solo por detrás de su octavo nombramiento: André El Gigante, el francés de 2.24 metros de altura y 230 kilogramos de peso que conmocionó al pancracio. Derivado de su impacto, Chyna debía ser su próxima gran estrella. Derrotó a Vince McMahon, el entonces presidente de la promotora, en 1999.
Por ello, calificó al Royal Rumble, uno de los torneos más reconocidos del consorcio en donde sólo podían combatir hombres. No ganó la pelea, aunque con su participación, se convirtió en la primera mujer que contendió en la batalla. En la década del 2010, Beth Phoenix, Kharma y Nia Jax replicaron su actuación. No fue hasta 2018 cuando la WWE inauguró una edición femenina.
Tampoco tenía reparo en arrebatarles sus títulos. A pesar de estar involucrada en historias machistas, calló todas las bocas de sus detractores. Despojó del Campeonato Intercontinental a Jeff Jarrett, quien en innumerables ocasiones manifestó que “se sentía avergonzado de compartir el ring con una mujer”. Además, le instaba a que “regresara a la cocina” en televisión.
Chyna aseguró que Jarrett le solicitó 300 mil dólares a McMahon para que pudiera cederle el cinturón. Este se defendió bajo la justificación de que el monto correspondía a un cobro que no había recibido, pues después del mano a mano su contrato terminó. Dado que decidió no renovarlo, pasó a las filas de la extinta World Championship Wrestling (WCW).
Defendió su cetro contra Chris Jericho, incluso fueron co-campeones. Luego, el canadiense la destronó. Recapturó el oro frente a Val Venis, debido al respaldo de Eddie Guerrero. Es la única gladiadora que ha logrado portar la presea masculina. En su última etapa, conquistó el Campeonato Femenino. Nadie pudo vencerla, por lo que se despidió de la WWE y su galardón culminó vacante.
La verdad es que deseaba obtener un mejor salario. Su hermana, Kathy Hamilton, afirmó que le ofrecieron 400 mil dólares para continuar. Por su calidad, ella deseaba ser remunerada con un millón de dólares, cifra que ganaban figuras como Stone Cold ‘Steve Austin’. El comentarista Jim Ross lo confirmó: indicó que no eran capaces de garantizarle tal cantidad. Nunca llegaron a un acuerdo.
En suma, su vínculo sentimental con Triple H había finalizado. Para 2001, él interpretaba un noviazgo con Stephanie McMahon, la hija del dueño. La ficción se volvió realidad. Ella declaró que lo confrontó para aclarar la situación, pero el luchador la golpeó, hecho que provocó la ruptura inmediata. A la postre, le encontró una carta de amor.
El luchador desestimó la versión. En múltiples entrevistas, señaló que la posterior incursión de Chyna en el entretenimiento para adultos ha impedido que en la actualidad sea distinguida como se merece. No obstante, cuando trabajaba allí, posó para la revista Playboy; producto de un convenio entre firmas que perduró hasta 2008. En ese año, WWE transformó su producto: optó por orientarlo a los niños.
El único reconocimiento que obtuvo de la compañía se gestó tras su muerte, de manera compartida. Fue inducida al Salón de la Fama, en 2019, junto a D-Generation X. Era imposible desdeñar su trascendencia en el equipo. Durante la ceremonia, Shawn Michaels aseveró que ninguno de ellos sería tan prestigioso sin el impulso que ella les concedió.
La WWE todavía le debe una celebración individual, del nivel de su hazaña en el deporte-espectáculo. No sólo es pionera, e ícono por excelencia, de los duelos intergénero. Probó que las mujeres también eran capaces de triunfar en una industria en la que, históricamente, brillaban los hombres. Una maravilla del mundo no puede quedar en el olvido.
