Fénix, el rey de los aires que hace soñar a la lucha libre mexicana

Junto a su hermano Pentagón Jr, Fénix es uno de los luchadores mexicanos con mayor reconocimiento actual en México y Estados Unidos. (Richard Shotwell/Invision/AP)
Junto a su hermano Pentagón Jr, Fénix es uno de los luchadores mexicanos con mayor reconocimiento actual en México y Estados Unidos. (Richard Shotwell/Invision/AP)

Fénix es el dueño absoluto del aire, sus movidas enloquecen a arenas completas. Son muy pocos los gladiadores actuales que explotan la creatividad en el ring con tanta sutileza como él. Nunca perdió el ánimo en su camino hacia la gloria. Lo sacrificó todo para triunfar en el deporte, valió la pena. Hoy es uno de los principales atractivos de la lucha libre en el mundo.

El pancracio también conlleva teatralidad. Fénix es consciente de ello: eleva la puesta en escena a un nivel incomparable. Disfruta de volar, aunque no sólo lo hace por cumplir. Ejecuta acciones inteligentes, se esmera en que cada movimiento contenga una razón detrás. Intensifica el aplauso del público mediante lances inéditos, aquellos que enaltecen sus memorias sobre el cuadrilátero.

Su condición atlética le permite contar buenas historias con el cuerpo, que no tendrían el mismo impacto si lo hiciera a través de la palabra. Encuentra en el estilo aéreo nuevas oportunidades para sorprender. Implementa el factor del espectáculo sin dejar de lado la imaginación. Está forjado en un molde distinto al resto. Es un referente. A menudo tratan de imitarlo, pero está lejos de ser igualado.

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Su mentalidad es comparada a la de Rey Mysterio, la leyenda mexicana que se consagró en la WWE con la misma fórmula. Ambos son luchadores ágiles y vistosos, esenciales en el negocio del entretenimiento deportivo. Actualmente, Fénix labra su propia ruta en Estados Unidos dentro de la empresa All Elite Wrestling; sin embargo, concibe a Mysterio como su más grande ídolo.

“Quiero hacer mi legado. Mi inspiración es Rey Mysterio, cada vez que lo veo se lo digo. Hasta la fecha yo quiero ser como él. Es una gran persona, padre, amigo. Si quieres ser alguien tienes que trabajar. Él es un ejemplo y yo quiero serlo”, señaló a Pásala Diario.

Desde niño, Fénix anhelaba convertirse en luchador. Emergió de Ecatepec junto a su hermano Pentagón Jr, con el que adquiría discos con funciones completas de lucha libre internacional. Agudizó su sentido de observación. Admitió que no tenía ningún familiar involucrado en la industria, sólo que jamás perdió el amor por la disciplina. Sabía que, tal como el ave mitológico, la perseverancia lo haría triunfar.

Desistió de la escuela. Trabajó como cargador en la Central de Abastos de Iztapalapa por cinco años, a la par que pagaba sus entrenamientos de lucha. También vendió máscaras en la mítica Arena México. En entrevista con el comediante Lalo Elizarrarás, aseguró que el atleta cubano Rocky Romero le compró algunas para su colección. Años más tarde, recordó la anécdota en una función que compartieron. Las vueltas de la vida.

No todo le resultó sencillo en su despegue como peleador. Fénix asistió a cinco tryouts con Lucha Libre Triple A, una de las promotoras más importantes de México, antes de que lo integraran a sus filas. En la última, permaneció en el llamado por casi 17 horas; le indicaron que colisionara con su hermano mientras desarmaban el ring. Pudo ser frustrante, pero su espera no fue en vano.

Era un diamante en bruto que no podía caer en el olvido. La paciencia lo condujo al éxito. ¿Quién lo diría? Se estableció como una de las figuras más representativas de la compañía. Es el único combatiente que porta la etiqueta de multicampeón, ya que ha cargado todos sus cinturones individuales y en pareja.

Logró unir fuerzas con Pentagón Jr. dentro de su lugar común favorito, conforman la dupla denominada como Los Lucha Brothers. No hay coliseo que no abarrote, ni suspiro que no robe. Lo alaban en Asia, Europa y América. Es el estandarte de la generación moderna de gladiadores mexicanos, el que aprovechó el vuelo para concretar su sueño más preciado.

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