Conor McGregor y su cambio físico que causa malestar en sus rivales en su regreso a la UFC

Conor McGregor con una botella de su whiskey: Proper Twelve. (Antony Jones/Getty Images for Spotify)
Conor McGregor con una botella de su whiskey: Proper Twelve. (Antony Jones/Getty Images for Spotify)

Conor McGregor regresará a la UFC. Es la principal estrella de la empresa, por ello su retorno era tan esperado. Además, mantiene un estatus diferente al del resto. Parece vivir al límite y con la polémica de su lado. No se ha sometido a ninguna prueba antidopaje desde hace más de un año y debe hacerlo para volver a pisar al octágono, pero nadie ha hecho nada para que siga las reglas.

Durante su última presentación dentro de la jaula, en julio de 2021, el irlandés se fracturó la tibia de la pierna izquierda. El médico detuvo la pelea, era incapaz de salir a competir para el segundo round. Perdió contra el estadounidense Dustin Poirier y reavivó una de las imágenes más impactantes del deporte: años atrás, Anderson Silva y Chris Weidman atravesaron por lesiones muy parecidas.

Entonces, se alejó de las artes marciales mixtas con tal de recuperarse. Siempre con la intención clara de retomar la actividad en el futuro. A la par, se adentró al mundo de la actuación. Una figura de su categoría encajaba con los estándares de Hollywood. Participó en la grabación de la película Road House, protagonizada por Jake Gyllenhaal.

La premisa del film también se ajustó a su perfil: Gyllenhaal interpreta a un excombatiente de la UFC que se convirtió en el guardia de seguridad de un bar. A la par de su debut en la pantalla grande, McGregor compartió en redes sociales su cambio físico. Era significativo. Había dejado de ser un peso ligero en toda ley, tornó hacia un mediano que rozaba el semicompleto.

Pasó de pesar 70 a 86 kilogramos con un mínimo porcentaje de grasa. Incluso, señaló en forma de burla que rondaba los 120 kilos; es decir, lo de un atleta de peso completo. Los cuestionamientos no se hicieron esperar. Anthony Smith, de la división de los semicompletos en la UFC, dudó sobre la efectividad de su progreso.

Aseveró que, posiblemente, el gladiador conocido como "The Notorious" habría consumido sustancias ilegales para mejorar su cuerpo y acelerar su recuperación. La teoría indicaba que con la extremidad rota, dejó de ser considerado como un competidor en activo de la promotora y, por lo tanto, de comparecer a los exámenes de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).

Smith, que también se fracturó la pierna en julio de 2022, no escondió su descontento. "Si pudiera tomar algo que me hiciera sanar más rápido, y de forma legal, lo haría. Me molesta que Anderson Silva, Chris Weidman y yo hemos afrontado lesiones terribles, y nunca tuvimos la posibilidad de abandonar USADA, recuperarnos y volver sin ninguna sanción. Las reglas se aplican distinto con él", aseguró en el podcast Believe You Me.

McGregor lo llamó "perdedor" y desestimó las acusaciones mediante Twitter. En su lugar, lo insultó y resaltó lo complejo que le significó lidiar con una complicación tan grave. T.J. Dillashaw, exmonarca de peso gallo de la UFC, lo defendió y buscó justificarlo. Sostuvo que no podría sacar ventaja de ello; por lo que, en su opinión, técnicamente no infringió las normas.

"Los peleadores no solemos tomar descansos. Nos hacen pruebas durante todo el año. No hay tiempos como los suyos para recuperarse. Él está haciendo películas, con su pierna destrozada. Incluso si tomara esteroides para rehabilitarse, no podría competir. Todo lo que está haciendo es sanar. No tiene sentido que gane millones de dólares para él y la UFC si no puede hacerlo bien. No tiene nada de malo. Si alguien se retira de las pruebas y luego me toca pelear con él, sé que para ese punto no estará consumiendo nada. Me da igual", advirtió.

Después del anuncio de su regreso, USADA emitió una declaración a TSN Sports que no le favoreció a McGregor. Aseguró que el deportista de 34 años todavía no se encuentra inscrito en sus regímenes; de ahí que, en efecto, no ha recibido pruebas de antidoping desde hace más de 18 meses.

Añadió que, para volver al ruedo, deberá presentarlas por seis meses seguidos y salir negativo en al menos dos si desea enfrentar a Michael Chandler en agosto. De lo contrario, su aventura en el octágono quedará truncada. Prometió que se integraría en febrero, sólo que aún no ha cumplido con su palabra; la UFC no teme en respaldar a su máxima insignia.

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