El gran cambió en la vida de Luis Suárez
Algunos de los futbolistas más importantes que ha dado Sudamérica provienen de un bajo estrato social. El fútbol para ellos ha significado el trampolín para optar por una mejor calidad de vida. Muchos han triunfado en todos los aspectos, pero otros como Diego Maradona no han resuelto problemas que arrastran desde la niñez. Muy pocos se han convertido en príncipes tras el beso de una princesa casi encantada. Es el caso de Luis Suárez, famoso por sus mordiscos, improperios y por sus hermosos y decisivos goles.
“El Tiburón” vivió una complicada infancia en el seno de una familia sin recursos, luego coqueteó con la bebida y también se juntó una que otra mala compañía, hasta que llegó Sofia Balbi, quien cambiaría su vida para siempre.
De barrendero a ser el ídolo charrúa
Suárez nació en Salto a 300 kilómetros de la capital, Montevideo. Con cinco hermanos, un padre ausente y la mudanza a la capital, las carencias fueron muchas al punto de que en ocasiones el ahora ídolo se ganaba algo barriendo la terminal de buses, pero el fútbol empezó a cambiar las cosas. Jugaba en Urriza y ayudaba con unos pesos a su madre.
A los 15 años el actual jugador del Barcelona, conoció a la rubia de sus sueños. Ya había dejado su primer club y militaba en uno de los dos equipos más importantes de Uruguy, el Nacional de Montevideo.
Saltar el charco desde Salto
Sofía decidió irse a Barcelona con su familia y la relación sobrevivió a través de la correspondecia, el teléfono y Skype. Tres años después (2006) Suárez logró el objetivo y firmó con el Groningen, un equipo holandés de bajo perfil y bastante alejado de Barcelona. Su princesa cedió y se fue a vivir con él a Holanda.
La presencia de Sofia lo motivó, sus estadísticas mejoraron, se transformó en pieza fundamental del equipo y recibió una oferta del Ajax en donde jugó tres temporadas. Convirtió 111 goles en 159 partidos.
La consagración en la Premier
Tras su gran actuación en el Ajax la Premier pagó 26,5 millones de euros por su pase. Vivió su mejor etapa en el Liverpool, pero tuvo una recaída en el Mundial tras el incidente con el italiano Chielini. Se podría decir que en ese episodio se convirtió en sapo. A pesar del garrafal error Suárez está en la ciudad donde quería, en el club siempre soñó en Castelldefels (Barcelona), muy cerca de sus suegros y su actual entrenador, Luis Enrique.
A sus 27 años está compartiendo filas con dos de los mejores delanteros del mundo, Lionel Messi y Neymar. En sus “botines” está seguir su personaje de príncipe y no volver a ser sapo nunca más.
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