Tevez, ¿líder positivo o negativo?

Foto: Getty Images
Foto: Getty Images

Carlos Tevez volvió a hablar. Y, para variar, no pasó desapercibido. El 10 y capitán de Boca Juniors participó del programa “No Todo Pasa”, de TYC Sports, y tiró varias bombas.

Sin tapujos y asumiendo un rol que pasó ciertos límites, le pegó sin miramientos al ahora extécnico del club Guillermo Barros Schelotto.

“Si hubiese seguido un año más, yo me hubiese ido”, dijo entre una de tantas frases hirientes, dando a entender que la relación entre ambos estaba rota hace rato.

¿Hizo bien Carlitos en ventilar esas intimidades ahora? Definitivamente no, incurriendo en ciertas contradicciones inconcebibles.

Queda en claro que la profunda herida que dejó la derrota en la final con River aún no cerró. Es evidente y comprensible. Pero no es bueno salir a tirar dardos envenenados contra Guillermo (por más que el técnico haya cometido gruesos errores tanto en lo táctico como en la conducción grupal) cuando el receptor no tiene la posibilidad inmediata de retrucarlo. No es ético, no es honesto.

Que Carlitos y Guillermo no tenían una relación fluida era un secreto a voces. Ambos disimulaban el quiebre para no quebrar (valga la redundancia) la estabilidad grupal. Era mucho lo que se jugaba y el momento no era el adecuado para sacar a ventilar las diferencias.

Cuando Tevez regresó a Boca procedente de la Juventus todo era alegría. El primer duro golpe fue la eliminación en semifinales de la Copa Libertadores 2016 a manos del humilde (con el mayor de los respetos) Independiente del Valle ecuatoriano.

Luego la repentina decisión de irse a China a ganar una millonada imposible de rechazar abrió la primera grieta. Carlitos dejaba a Boca puntero del torneo local y sin la posibilidad de jugar la Copa 2017 a la que el equipo no había clasificado.

Regresó un año después para retomar el desafío, pero ya nada era igual. En sus declaraciones da a entender que la llegada de Mauro Zárate fue una especie de “venganza” por parte de Guillermo, pero al mismo tiempo reconoce que no estuvo mal que haya venido, como para suavizar la acusación dura y directa que acababa de hacer.

Después de eso, ¿cómo quedará la relación?, ¿cómo reaccionará Mauro, quien dejó en claro el domingo en Rosario que debe jugar sí o sí?

Tevez habló cuando no debió haberlo hecho, cuando aún no pasó el duelo. No supo asumir su rol de líder. O tal vez abusó del poder que le otorgó el nuevo técnico Alfaro y del respaldo incondicional del presidente Angelici.

Síguenos en nuestra nueva cuenta de Instagram @YahooDeportes

También te puede interesar:

Joel Fernández, una nueva historia de superación

Invasión colombiana: el fútbol argentino se nutre de su calidad

Gonzalo Higuaín, el más buscado… ¿el más odiado?