Yahoo Noticias Joel Fernández, una nueva historia de superación
El fútbol, como muchos otros deportes, cuenta con historias dignas de ser resaltadas. Historias de lucha, de progreso, de valentía, de superación.
Historias cuyos protagonistas suelen alcanzar la fama luego de atravesar por situaciones de extrema dureza producto de sus orígenes, la gran mayoría provenientes de barrios marginales donde la delincuencia es el común denominador.
Ejemplos sobran. Basta con ver a un Carlos Tevez, uno de los tantos que supo evolucionar a través de un absoluto sentido del profesionalismo.
Joel Fernández va por ese mismo camino. Este joven marcador de punta derecho de la cuarta división de Boca Juniors que acaba de cumplir 20 años, se encuentra disputando el Sudamericano Sub 20, clasificatorio al Mundial de la categoría, con la selección de Bolivia, nacionalidad que adquirió ante la posibilidad que le ofreció el actual cuerpo técnico gracias a que su madre es boliviana.
Es que ya en 2016, el entonces entrenador Guillermo Hoyos intentó llevarlo pero un problema burocrático lo impidió.
Joel tuvo una infancia muy difícil. Su padre cayó preso por robo agravado y fue su madre la que se hizo cargo tanto de él como de su hermana.
“Fue muy difícil crecer sin una figura paterna, lo sufrí demasiado. Una vez mi padre intentó suicidarse en la cárcel y comíamos comida de la calle”, le contó Joel al portal Infobae.
Cuando apenas tenía nueve años, luego de que su padrino lo llevara a dar sus primeros puntapiés a la pelota en el club Lomas de Lugano, se probó en infantiles de Boca. Y quedó. Fue la gran primera alegría de su vida.
Mientras tanto “Pitbull”, así lo apodaron sus compañeros, no dejó los estudios (como lamentablemente muchos niños de su condición lo hacen) hasta terminar el colegio secundario.
Joel es un eterno agradecido de su madre, Sara Viviana Gil Medina. Es su ejemplo. Lo resalta en el tatuaje que lleva en el pecho. “Tengo una flor de Loto, que significa pureza de alma. Y dice Sara arriba”, explicó.
Su debut en el Sub 20 fue ante Chile en el primer partido, que quedó igualado 1 a 1, al ingresar en la segunda parte. “Fue muy lindo, un orgullo debutar con la camiseta de Bolivia. Ahora estoy tratando de ganarme la titularidad, ya que arrastro una lesión. Sólo me queda trabajar y aportar para el equipo”, señaló.
Joel piensa en grande. Espera que a su regreso Boca le ofrezca su primer contrato. Mientras tanto The Strongest, uno de los grandes de Bolivia, ya puso los ojos en él y estaría dispuesto a llevárselo.
“Quiero jugar en primera. Quiero ser profesional”. El desafío está abierto. Las ganas y la meta están. El destino tiene la última palabra.
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