Sergio Ramos y otros futbolistas que dieron el cante

Sergio Ramos (izquierda) durante la grabación de la nueva canción para la selección española. (Youtube)
Sergio Ramos (izquierda) durante la grabación de la nueva canción para la selección española. (Youtube)

¿Creías que las cantadas en el fútbol eran patrimonio exclusivo de los porteros? Nada de eso. No son pocos los jugadores, de todas las posiciones, que se han animado a adentrarse en el mundo de la música. Ya sea tras retirarse o estando todavía en activo, el elenco futbolero que da la nota (literalmente) daría para rellenar el cartel de algún festival. No entraremos a juzgar si la calidad compensaría el precio de la entrada, eso lo dejamos al gusto de cada uno, pero estar, están ahí.

El ejemplo que más está dando que hablar estos días es el de Sergio Ramos, capitán del Real Madrid y de la selección española. Precisamente de cara a la cita del combinado nacional en el Mundial 2018 el central sevillano ha participado en la grabación de un tema con el grupo flamenco Demarco titulado “Otra estrella en tu corazón”, con el que aspira a motivar a sus compañeros y a la hinchada para volver a alcanzar la victoria lograda en 2010. En días anteriores habíamos disfrutado de un anticipo, pero hoy mismo se ha presentado la versión completa de un tema lleno de florituras y requiebros vocales ante el que los más puristas del cante jondo seguro que tienen mucho que decir:

No es esta la primera vez que Ramos se anima a ponerse ante el micrófono. De hecho, para la Eurocopa de 2016 también se hizo una canción en estilo flamenco. Niña Pastori interpretó “La Roja baila”, en la que todos los convocados de aquel torneo le hacían los coros (con más o menos entusiasmo según el caso), pero el defensa madridista tomaba la iniciativa y hacía solos en algunas estrofas. No cabe duda de que la melodía era pegadiza, si bien no dio demasiada suerte al equipo, que no pudo pasar de octavos de final.

Sergio Ramos, de todas formas, no deja de ser un cantante ocasional; digamos que se reserva para las grandes citas. Hay otros futbolistas que sí que han hecho de la música su modo de vida. Sin salir del Real Madrid, o de antiguos jugadores de la historia reciente, es famoso el caso de Jesé Rodríguez. El canario estaba considerado como una de las mayores promesas del fútbol español, pero tras salir de la Casa Blanca ha ido diluyendo su prestigio en sus etapas fallidas en el PSG, Las Palmas o el Stoke City inglés. Como no se sabe si conseguirá remontar el vuelo con el balón, por si acaso tiene plan B: el reggaetón. Fundó el grupo Big Flow, con el que hacía cosas como la que puedes ver en el siguiente vídeo, aunque poco después decidió seguir en solitario usando el nombre artístico Jey M.

Jesé es dignísimo heredero de Royston Drenthe, el extremo izquierdo de los Países Bajos que llegó al club blanco en 2007 considerado uno de los mejores jóvenes del mundo y se largó después de cinco años, dos cesiones, menos de cincuenta partidos, solo dos goles, muchas burlas e innumerables problemas extradeportivos. El bueno de Royston solo tiene 31 años, pero ya ha dejado el fútbol para volcarse definitivamente en la profesión para la que, según él mismo cree, tiene más futuro: rapear. Aquí le podemos ver en un extrañísimo videoclip rodado en las calles de Madrid junto a su compatriota U-Niq. Creemos que cantan en holandés, pero no lo podemos confirmar, agradeceríamos la ayuda del lector. Spoiler: en los tres minutos que dura la grabación demuestra más talento con el balón que en todo el tiempo que pasó en el césped del Bernabéu.

Abundan los ex madridistas que se han pasado a la música, pero no queremos irnos tan atrás en el tiempo como para recuperar al antiguo guardameta Julio Iglesias, así que nos quedaremos con solo otro ejemplo más. Álvaro Benito era una de las grandes promesas de la cantera blanca a mediados de los ’90, compañero de generación de Raúl y Guti entre otros, hasta que una grave lesión truncó su trayectoria y le obligó a dejar el fútbol prematuramente. Hoy pocos se acuerdan de su juego: durante su convalecencia, presa del aburrimiento, aprendió a tocar la guitarra, le cogió el gusto y acabó formando el grupo de pop Pignoise. Tiene muchos admiradores, aunque sus detractores prefieren nombrarlo por su traducción literal del inglés: “ruido de cerdo”.

Si el Real es flamenco, pop, rap y reggaetón, el Atlético de Madrid es puro rock and roll. Y el más rockero de los atléticos es, indudablemente, Germán Adrián Ramón Burgos. El argentino, hoy lugarteniente de Simeone, fue portero rojiblanco entre 2001 y 2004, con muchos kilos de menos y muchas melenas de más, y habitual de la selección albiceleste hasta 2003, con la que participó en dos Mundiales. Entre partidos y entrenamientos daba rienda suelta a su otra gran pasión liderando la banda The Garb. No busques en tu diccionario de inglés: el nombre no es más que la combinación de las iniciales del cantante.

Por parte azulgrana el nombre más destacado es el de José Manuel Pinto. El gaditano, eterno suplente de Víctor Valdés en el Barça pero que llegó a ganar un premio Zamora jugando para el Celta de Vigo, compaginaba la portería con su faceta de productor musical, DJ y compositor. Quizás su trabajo más conocido fuera del césped sea el proyecto solidario “Ve a por tus sueños”, en el que, con el objetivo de recaudar fondos para diversas ONGs, consiguió involucrar incluso a compañeros culés como Dani Alves.

Te regalamos otra perla barcelonista, y nos remontamos bastante atrás en el tiempo. Nos vamos a principios de los ’90, cuando al equipo entrenado por Cruyff que ganó cuatro Ligas consecutivas y una Copa de Europa se le conocía, en un alarde de modestia, con el mismo apodo de “Dream Team” que identificaba a la mejor selección de baloncesto de los Estados Unidos de la historia. Por alguna razón que no terminamos de entender, los éxitos deportivos se le subieron a la cabeza a jugadores como Koeman, Bakero, Beguiristáin, Laudrup, Alexanco y Eusebio, que no tuvieron vergüenza alguna en salir en la tele haciendo… esto. Vale que fue una sola vez y nunca más se supo (o eso esperamos), con lo que no terminan de cumplir con lo de “futbolistas músicos”, pero si te atreves a reproducir el vídeo comprenderás por qué lo hemos incluido.

Antes de abandonar nuestras fronteras recordamos el que, quizás, sea el nombre más popular del panorama indie futbolero: Gaizka Mendieta. El centrocampista que desarrolló la mayor parte de su carrera en el Valencia no es solo el autor del gol realmente increíble del que hablaron Los Planetas un buen día, sino que él mismo también es famoso por derecho propio en el mundo musical. Como DJ puede presumir de haber pinchado en numerosos clubes y festivales tanto en España como en Inglaterra, país donde se ha afincado tras retirarse en las filas del Middlesbrough allá por 2008.

Salgamos de España y empecemos por un destino un tanto exótico: Croacia. De allí es Slaven Bilic, defensa central que se recorrió media Europa en los ’90 y que puede que te suene porque formaba parte de la selección que sorprendió quedando tercera en el Mundial ’98, y porque tras su retirada fue seleccionador nacional y entrenó en clubes importantes como el West Ham. En el banquillo se le suele ver muy elegante con traje y camisa… que ocultan los muchos tatuajes que luce de su época como vocalista y guitarrista del conjunto rockero Rawbau. Si entendiéramos algo de lo que dice nos atreveríamos a asegurar que no suena nada mal.

El gran juguete roto de las últimas décadas del fútbol inglés también probó suerte en la canción. Paul Gascoigne firmó una colaboración con el grupo Lindisfarne que, allá por 1990 con el país sumido en la “gazzamanía” tras su gran actuación en el Mundial de aquel año, se colocó ni más ni menos que en el puesto número 2 de la versión local de los 40 Principales y llegó a conseguir un Disco de Oro, en una época en la que aún no había internet para piratear. El temazo que puedes escuchar a continuación se titula “Fog on the Tyne” y hace referencia al río que pasa por Newcastle, ciudad en cuyo equipo había debutado Gazza años atrás. Lo intentó posteriormente con más canciones, pero, como tantas otras cosas en su vida, pasó de la gloria al más absoluto de los fracasos.

No es raro en Inglaterra que la élite del balompié aproveche su fama para agarrar un micrófono. O más bien no lo era: muchos anuncios, muchas redes sociales, pero el maldito fútbol moderno nos ha impedido disfrutar de gente como Rooney o Beckham intentando hacerse un hueco en las casas discográficas. Los años ’70 eran otra cosa. Bien lo sabe Kevin Keegan, el delantero inglés ganador de, entre otras cosas, dos balones de oro. Además de con la camiseta del Hamburgo, en 1979 se le pudo ver en los escenarios interpretando el tema “Head over heels in love”, de dudoso gusto pero cierto éxito tanto en su país natal como en la Alemania que le acogió como futbolista. Eso sí, ahí empezó y acabó todo: el público rechazó sus intentos posteriores. Nos preguntamos por qué sería.

Al otro lado del Atlántico tenemos un ejemplo muy destacado: Alexi Lalas. El defensa de ascendencia griega, muy famoso por su larga melena pelirroja y su barba a juego, destacó por ser uno de los primeros jugadores estadounidenses que tuvieron una oportunidad en Europa, concretamente en el Padua de la Serie A italiana. Con 96 partidos en su haber para la selección yanqui, a sus 47 años es todavía un personaje relevante en Norteamérica, no solo por su vinculación por el fútbol como dirigente sino también por su faceta artística. El rockero ya lleva publicados tres discos en solitario, el primero de ellos (“Ginger”) en 1996, al que pertenece esta canción.

Por supuesto, la lista está incompleta. Descartando los futbolistas que ocasionalmente se suben a un escenario sin mayor pretensión que divertirse con unos amigos (como Maradona, Tévez o el Kun Agüero con sus cumbias), sigue habiendo una enorme cantidad de jugadores tan apasionados por la música que se podrían plantear seriamente cambiar de carrera profesional. ¿Echas algún nombre en falta? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

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