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OPINIÓN: El Atlético aprueba la clase de recuperación

Antoine Griezmann tras marcar frente a la Roma en el estadio Wanda Metropolitano (Foto: Getty)
Antoine Griezmann tras marcar frente a la Roma en el estadio Wanda Metropolitano (Foto: Getty)

El Atlético de Madrid encendió anoche las luces del Metropolitano consciente de que no brillarían lo suficiente. Era imposible sabiendo que la función, después de que Chelsea hubiera hecho el trabajo en Qarabag, era poco menos que la escenificación de una utopía. Los de Simeone necesitan ganar en Stamford Bridge y que la Roma, un buen equipo pese a la poca voluntad que mostraron anoche, sea tan malos como ellos frente a le cenicienta azerí. La carambola sería recordada durante años. Así las cosas, sin olvidar los puntos en juego, el Atlético se tomó lo del Wanda como un ejercicio de recuperación del que salió victorioso. Recuperó el ánimo, por momentos el juego y también a Griezmann y Gameiro. No es poco botín

El partido fue muchas cosas pero sobre todo fue el golazo de Antoine Griezmann, de tal belleza que serviría para ilustrar cualquier campaña publicitaria. Pero el francés fue más que esa chilena donde mandan los killers. Tardó en arrancar pero cuando apareció entre las líneas defensivas de la Roma, a la espalda de Nainggolan, fue un tormento para los centrales romanistas. Flotando en esa zona indefinida fabricó el gol de Gameiro con un pase milimétrico. Necesita jugar unos metros más abajo, ayer volvió a quedar patente.

Si hablamos de fútbol en su máxima expresión de pureza de la Roma me quedo Diego Perotti y del Atlético con Ángel Correa. El exsevillista es otro desde que emigró a Italia. Idolizado en el Genoa, en la Roma, a fuego lento, ha acabado por convertirse en un futbolista tan fino como antes pero mucho más constante. Para el menudo pero genial delantero atlético deseo la misma paciencia. La merece porque está creciendo y tiene más arte en las botas que todo el equipo junto. Su asistencia a Griezmann en el primero fue seda.

Por terminar con el capítulo de los entrenadores, Simeone fue lo contrario que en tantas otras ocasiones. Acertadísimo en los cambios y ambicioso para acabar con cuatro delantero en el campo. Ignoro si esta reacción llega demasiado tarde pero intuyo un segundo tramo de temporada (ojo a la llegada de los nuevos fichajes) feliz para el Atlético.

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