Chiellini, Neville y el arte de defender en peligro de extinción

Giorgio Chiellini se impone a Samuel Armenteros, del Benevento, en un reciente partido de la Serie A (Foto: REUTERS/Massimo Pinca)
Giorgio Chiellini se impone a Samuel Armenteros, del Benevento, en un reciente partido de la Serie A (Foto: REUTERS/Massimo Pinca)

Giorgio Chiellini dice que Pep Guardiola ha destrozado un viejo arte. “Cuando yo era joven solíamos hacer ejercicios para conocer el hombre que te tocaba marcar. Los defensas italianos – y solo puedo hablar por los italianos, los extranjeros solo me interesan relativamente – no marcan a su hombre”

Su discurso me ha llamado la atención porque no es nuevo. La preocupación de Chellini (que además de un defensa excelente es un tipo culto) por los efectos del ‘guardiolismo’ la compartía Gary Neville hace un par de años. Denunciaba la falta de fundamentos tácticos en la mayoría de defensas de la Premier League. “El Kun Agüero marca goles en los que recorta hacia dentro y chuta con la derecha. Y yo pienso: ¿por qué el defensa no le obliga a hacerlo con la izquierda? A veces no hay atención al defender”.

Chiellini cree que la evolución de juego está sepultando parte del adn que ha hecho grande al fútbol italiano. Neville, cada vez que tiene oportunidad desde su posición de comentarista televisivo, pone el foco sobre las carencias defensivas de sus sucesores. “Ahora los jugadores comienzan con un buen nivel técnico, y luego es cuando aprenden a defender”, sostiene el internacional inglés. No les falta razón.

Que un buen impecable defensivo, lo que los italianos llaman un ‘capolavoro’, es joya rara en el fútbol actial lo demuestra el asombro con el que asistimos al despliegue defensivo de la Juventus en la última Champions League. El análisis táctico del fútbol, me temo que también su evolución, es una manta corta que siempre deja al descubierto los pies. Mientras centramos el debate en el ‘gegenpressing’, en los tridentes, en la importancia de los laterales para ofrecer superioridad numérica en ataque, se nos ha olvidado lo que es tirarse al suelo para rebañar un balón y dejamos centrar a los interiores una y otra vez.

Decía Carletto Mazzone que la técnica es el pan de los ricos y la táctica el pan de los pobres, cuando le preguntaban por sus defensas. Chiellini y Neville han llamado la atención sobre una evidencia. Cada vez se alaban menos las jugadas defensivas, se han vuelto acciones extraordinarias cuando deberían ser el primer plato en cualquier menú. El desayuno, la comida más importante del día. Y es una pena.

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