Lo que Philippe Coutinho puede aportar al Barcelona y lo que no

Coutinho scored when Crystal Palace beat Liverpool at Anfield last season
Coutinho celebra un gol con el Liverpool en Anfield (Foto: Getty Images)

Mientras suenan nombres tan dispares como Paulinho, Seri, Dembele o Verratti y llegan cromos tan poco ilusionantes como Semedo, con Neymar haciendo las maletas rumbo a París, hay un nombre que corta el intenso ruido que ocupa el mercado de fichajes del Barcelona y se impone al resto. El de Philippe Coutinho al Barça es un traspaso que respira sentido común por donde lo mires. Repasamos por qué lo suyo es como agua en el desierto para un Barcelona atascado entre la indefinición de estilo y el enorme vacío que dejará Neymar.

Refuerzo necesario

El declive de Andrés Iniesta y la marcha de Neymar dejan al Barcelona huérfano de talento ofensivo en la banda izquierda. Coutinho es maná en ese escenario de horfandad porque es capaz de cubrirle ambas necesidades a Valverde. El brasileño está acostumbrado a jugar por la izquierda tanto como extremo en un hipotético tridente, ocupando el rol de Neymar, como de interior zurdo cercano a la creación de la jugada tal y como hace el internacional español. Coutinho no es solo calidad sino también polivalencia.

Calidad y magia

Evidentemente, Coutinho es algo más que una navaja suiza y con su concurso el Barcelona ficha a un futbolista que atesora una calidad a la altura del escudo blaugrana. Técnicamente es insuperable, brilla tanto en el regate como en los giros, ve con facilidad el pase en profundidad y con espacios, al contragolpe, es un espectáculo gracias a su velocidad y a una precisión en la conducción muy refinada.

Coutinho, además, tiene en las botas el toque de los grandes. Es imaginativo e imprevisible y eso le permite decidir partidos con jugadas geniales. En ese sentido, es un líder más que acostumbrado a echarse el equipo encima cuando el partido lo necesita.

Su debe es la regularidad

Desde que llegó a Liverpool hace cinco temporadas la única nube alrededor de su figura ha sido la inconsistencia. El 10 brasileño tendía a desaparecer de los partidos para entrar en juego con acciones geniales en momentos puntuales. Con frecuencia, ha sido un jugador cuya proyección ofensiva medida en cifras de goles y asistencias ha sudo racheada. Su última temporada en el Liverpool es el perfecto ejemplo, con un primer tramo del curso incontestable, en el que superó en rendimiento a cualquier futbolista de la Premier League y una segunda etapa, tras recuperarse de su lesión de tobillo, en la que se mostró irregular y apagado.

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