La Lazio, revelación de la Serie A con un homenaje a los 70

Los jugadores de Lazio celebran después de un partido entre SS Lazio y OGC Niza del grupo K de la Liga Europa, que se disputa en el estadio Olímpico en Roma (Italia). (Foto: EFE/GIUSEPPE LAMI)
Los jugadores de Lazio celebran después de un partido entre SS Lazio y OGC Niza del grupo K de la Liga Europa, que se disputa en el estadio Olímpico en Roma (Italia). (Foto: EFE/GIUSEPPE LAMI)

La Lazio levantó su segunda y última liga en la temporada 1999-00 con un equipo de fantasía. La maravillosa Lazio de Sven-Goran Eriksson fue el último coletazo de la era Cragnotti, un sueño alimentado por el músculo económico fraudulento y que el campo se plasmó con la presencia de campeones inolvidables. Cuando veo a la Lazio actual, el equipo sólido e infalible que ha montado Simone Inzaghi casi por casualidad, jamás pienso en Nedved, Verón, Simeone o Nesta. En cambio me viene a la mente otra Lazio campeona y tan práctica como la de hoy. Pienso en el equipo ‘caravaggiesco’ campeón de liga en 1974. En aquel equipo salvaje en el que quien más quien menos blandía una pistola en el vestuario.

La intensa lluvia que obligó a suspender el Lazio-Udinese del domingo aplazó la prolongación de una racha histórica. Los romanos, intratables en Italia y en Europa, buscaban su décima victoria consecutiva. Pese a todo, con un partido menos bajo la manga, los capitalinos han echado el cierre a la jornada a cuatro puntos del liderato. Napoli, Juve, Inter, Lazio y Roma se balancean en un puño apretado de cinco puntos. De esos cinco la auténtica sorpresa en la Lazio.

Por si fuera poco, los del presidente Lotito, en eterna guerra con la facción más radical de su afición y en demasiadas ocasiones con los más elementales códigos de moralidad, han conseguido cuadrar el círculo europeo. Trasladar el poderío local a Europa no ha sido sencillo para los clubes italianos en esta época de gasto ajustado, pero la Lazio lo está bordando. Cuatro de cuatro en Europa League le han dado la clasificación para los cruces con dos jornadas de anticipo. Contra el Niza ni siquiera necesitaron tirar a puerta. Paradigma de la dinámica vencedora que envuelve al equipo.

No es exagerado hablar de milagro en Roma. El equipo ha conseguido sobreponerse a la venta de dos de sus mejores hombres. En verano se fueron Keita y principalmente Biglia, el indiscutible faro del equipo durante sus años como celeste. En el banquillo, Simone Inzaghi llegó como segundo plato tras las negativas de Marcelo Bielsa y se ha revelado como un técnico coherente y con una gran capacidad para exprimir los recursos de los que dispone.

Sobre el césped, el equipo vive amarrado a la potencia de gol de un Ciro Immobile renacido tras sus vaivenes en el extranjero. El killer ya suma catorce gritos y es el principal candidato a sumar más que nadie a final de temporada. Además ha aportado seis asistencias. Por detrás, la calidad de Milinkovic-Savic o Luis Alberto (convocado con la selección española por su gran temporada) marcan la diferencia. En el arco, Strakosha está siendo una revelación inesperada. Sin el dinero de décadas pasadas en el campo, rindiendo homenaje a los pistoleros de los setenta, la Lazio tiene todo para soñar en grande.

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