La impaciencia vuelve a dejar técnicos sin trabajo

No importan los motivos. Muchos menos los “supuestos” planes de trabajo a largo plazo. Los resultados mandan y punto. Sea quien sea. Caiga quien caiga.

El bendito verso de la ratificación es más que el prólogo a la patada donde todos ya saben. No hay directiva que soporte a un técnico que acumule más de dos o tres partidos sin ganar (ya sea perdiendo o empatando). Pasa en nuestro continente, pasa en Europa (ver el ejemplo del argentino Luis Zubeldía que fue despedido del Alavés tras cuatro derrotas consecutivas).

Uno los países pioneros en el asunto es Argentina. Luego le siguieron otros y así sucesivamente se va manchando una profesión que cada día se transforma en más insalubre.

Así en la Superliga Argentina, que apenas lleva cuatro partidos de disputa, tres equipos han dejado afuera a sus técnicos. Por más que se habla de “renuncias”, no es más que una maniobra “pre-despido”.

Ya no está más el uruguayo Diego Aguirre en San Lorenzo, aunque en este caso se dice que se debió más a la eliminación de la Copa Libertadores que a otra cosa…(hummmm….).

Ya no está más Nelson Vivas en Defensa y Justicia, aparentemente por una fuerte discusión con miembros de la Comisión Directiva…(hummm…).

Ya no está más Gustavo Matosas en Estudiantes de La Plata, la directiva no lo bancó como debía…(huuummm…)

Y en la cuerda floja está Paolo Montero, técnico de Rosario Central que ya anunció que si pierde con Boca Juniors el miércoles por la Copa Argentina, va a dar un paso al costado.

¿Hasta cuándo la impaciencia, el mínimo tiempo de trabajo, de armado de un proyecto? Una manía que no acaba y que, por desgracia, cada día va en mayor aumento.

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