Jovetic, un milagrero en el equipo de los prodigios

Stevan Jovetic ha anotado dos goles en 67 minutos desde que llegó a España. Los dos contra el Madrid, los dos saliendo desde el banquillo con el cuchillo entre los dientes. Como hacía Anselmo Robiatti, ídolo del último cuarto de hora en la Fiorentina que también amó al montenegrino. Jovetic ha ejercido de milagrero en un club que ha convertido los prodigios en el pan de cada día pero en ese sentido, la situación no es nueva para el balcánico. En Florencia todavía rezan frente a un altar donde un ipad emite en bucle sus dobletes frente al Liverpool y el Bayern. Florencia adoró a Jovetic y Sevilla lleva camino de hacerlo.

La carrera del nuevo delantero del Sevilla está demarcada por las altas expectativas sobre su fútbol y las lesiones. Subiendo por ese puerto de montaña angosto y empinado va el talentoso Jovetic: a un lado jalean los que en Italia le consideraban el nuevo Roberto Baggio y al otro le gritan que siempre fue un futbolista de cristal que fracasó en Inglaterra. En Nervión, el montenegrino se ha marcado como objetivo cerrar la boca de los segundos. Tiene todo para conseguirlo.

Jovetic demostró en la Fiorentina sus cualidades como delantero moderno. Es capaz de jugar como vértice más adelantado en un tridente, de hacerlo acompañando a un delantero de área en un dibujo más convencional o incluso de bregar como único hombre en punta. Incluso de dañar entrando por la banda izquierda como ya ha descubierto Sampaoli. Es corpulento, muy potente en el arranque, tiene regate y un tiro potente.

Monchi, un lince de los negocios, presentó la radiografía de un crack mundial en la presentación de Jovetic. “Queríamos un punta que pudiera jugar sólo y acompañado y que se asociara. Técnicamente muy bueno. Manejo, apoyo, asistencias y gol” Olvidó la nula adaptación del montenegrino a las dificultades que el fútbol le ha puesto por delante en el Manchester City, en el Milan o en las camillas. Esa es la cara oculta del poliedro. El auténtico reto de Jovetic en el Sevilla es ser el de los dos goles en 67 minutos durante más partidos.

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