Pase lo que pase, el fútbol sigue siendo de 11

Pase lo que pase, el fútbol sigue siendo de 11

Dudar de la capacidad de futbolistas como Cristiano Ronaldo o Lionel Messi sería de necios. En los días que corren, y desde hace poco más de una década, han sido y son los mejores por lejos.

Los hinchas, los críticos y quienes viven de este bendito deporte, la mayoría de las veces endiosan a quienes no dejar de ser humanos, exigiéndoles soluciones mágicas que surjan de su individualismo.

Nadie duda que en innumerables ocasiones han sacado la cara y terminaron siendo los salvadores. No por nada están en la parte más alta del podio a la hora de las consideraciones.

Esto no significa que esa teoría sea una regla inmodificable. Por más que exista la “Cristiano o Messi dependencia”, no implica que el triunfo esté asegurado. Si así fuera, en este caso Juventus o Barcelona deberían llegar siempre a las finales de Champions, por dar un ejemplo.

El fútbol es un juego colectivo, donde existen quienes sobresalen, quienes lideran el grupo en ese rubro, lo que no significa que los convierta en infalibles.

Juventus contrató a Cristiano Ronaldo como parte de una estrategia más en busca de la esquiva Champions League. Lo mismo hizo el PSG, gastando fortunas apuntando hacia el mismo objetivo. Ni siquiera Pep Guardiola (en este caso como técnico), multicampeón de todo con el Barcelona, pudo repetir en el Bayern Munich y ahora no puede hacerlo en el Manchester City.

El golpe volvió a ser duro. Tanto italianos como ingleseshan quedado en el camino una vez más. Si bien Cristiano Ronaldo fue fundamental para llegar hasta donde llegó la Vecchia Signora, su aporte no fue suficiente.

¿Por qué? Porque el fútbol es un juego colectivo, que se nutre de individualidades que muchas veces resultan salvadoras gracias a sus respectivas capacidades, pero que no aseguran triunfos. Jamás.

Messi es considerado por muchos el mejor jugador del mundo en la actualidad. ¿Cuántas veces llegó el Barcelona a la Final de Champions en los últimos diez años? Tres, ganándolas todas, es cierto, pero demostrando que por más que tengas al más grande eso no te asegura ser el mejor equipo.

Muchos dirán que Cristiano Ronaldo fue fundamental para la conquista de cuatro de las últimas cinco Champions por parte del Real Madrid. Sí, también es cierto. Pero una vez más no fue el “Ronaldo Madrid” ni es el “Ronaldo Juventus” ni los catalanes son el “Messi Barcelona”.

¿Qué sin ellos ni uno ni otro tal vez hubiesen ganado todo lo que ganaron? También puede ser cierto, como también es cierto y contundente que no se gana con ellos solos.

El fútbol es, fue y será siempre un deporte colectivo. Y la humilde opinión de quien escribe, sólo hubo un sólo ejemplo que es la excepción a la regla: el Napoli de Maradona, sobre todo el que ganó el primer Scudetto en la historia del equipo del sur de Italia en la temporada 1986-87: sin el 10, jamás hubiese sucedido.

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