El fracaso de la Juventus: todos apuntan a Dybala

El multicampeón italiano Juventus (está a punto de sellar su octavo Scudetto consecutivo), no puede con la Champions League. No hay caso, se le niega temporada tras temporada, transformándose en un objetivo imposible de alcanzar.

Más allá de haber conseguido levantar al Orejona en dos oportunidades (1985 y 1996), la Vecchia Signora ve frustrados sus sueños de la tercera en los últimos años, sobre todo en el 2015 y 2017, cuando cayó en ambas finales con el Barcelona y el Real Madrid, respectivamente.

Para este año la directiva turinense había apostado todo a una figura indiscutida a la hora de ganar el máximo trofeo europeo a nivel de clubes: Cristiano Ronaldo.

Sin embargo ni con eso alcanzó. El sorprendente Ajax (que venía de eliminar al Real Madrid), le dejó con la manos vacías y se apunta como la gran sorpresa a la hora de alcanzar la Final a disputarse el próximo 1 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid.

Como es costumbre tras una eliminación, comienza la cacería de brujas. Siempre es más sencillo o común buscar chivos expiatorios, culpables de la debacle a sacar conclusiones positivas por más duro que haya sido el resultado final.

En este caso, más allá de la responsabilidad que una vez más le cabe al técnico Massimiliano Allegri, la prensa especializada y los fanáticos apuntaron la mira a una de las figuras del equipo, el argentino Paulo Dybala, quien no atraviesa por el mejor de sus momentos.

¿Qué le sucede a “La Joya”? ¿Está sobrevalorado? ¿Cuáles son los motivos fundamentales de la estrepitosa caída en su rendimiento?

Este martes había salido con la cinta de capitán, una manera más que explícita de otorgarle la confianza que parece haber perdido.

Dybala no es el jugador desequilibrante que maravilló al mundo tras su exitoso paso por el Palermo, equipo que lo vendió a la Juve en una cifra millonaria. Mucho menos es el que se perfilaba como el sucesor de Messi de cara al futuro.

Pero lo más sorprendente de lo vivido en la triste tarde-noche de Turín fue no verlo salir a jugar el segundo tiempo ante el conjunto holandés. Los primeros reportes indican que fue por lesión. Otros se inclinan más por un escarmiento por parte del técnico que mandó a la cancha a Moise Kean, la joven promesa de 19 años.

Tal es así que los principales medios escritos de la península lo tratan de “fracaso” y de “irreconocible”.

¿Cuál será su futuro? Nadie lo conoce. Por lo pronto debe dar la cara, sacar a relucir su amor propio y volver a ser. Mientras tanto está en la mira, algo nada favorable.

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