El día que Zidane le rompió el corazón al madridismo (parte dos)

Era una tarde de mayo de 2006 cuando Zinedine Zidane, entre lágrimas, vistiendo una camiseta interior blanca y la casaca amarilla de Juan Román Riquelme bajo el brazo, decía adiós a la que había sido su afición durante cinco años.

El francés se había convertido en ese corto espacio de tiempo en uno de los mejores jugadores de la historia del club y en un verdadero ídolo para la afición. Zizou partía con su decisión el corazón del madridismo, que quedaría huérfano de héroes durante un par de años hasta que el club logró encontrar un reemplazo a su nivel. Hoy, 31 de mayo de 2018, Zinedine Zidane ha vuelto a romper el corazón del madridismo.

Zinedine Zidane (AP)
Zinedine Zidane (AP)

La situación es diferente. En 2006 Zidane terminaba su carrera como futbolista (todavía le quedaría el Mundial de Alemania por delante) tras tres años sin títulos y con el Real Madrid inmerso en una profunda crisis institucional. Ahora, el club acaba de levantar su tercera Champions League consecutiva de la mano de Zizou como técnico, y la cuarta en cinco años –en aquella primera victoria con el francés como asistente de Carlo Ancelotti.

Su decisión de dejar el club ha caído como un jarro de agua fría entre afición y plantilla, que se fueron a dormir soñando con la posibilidad de crear una dinastía incomparable en la historia del fútbol europeo, y se han despertado entre dudas de quién será el próximo técnico del equipo y sin saber aun si dos de sus mejores jugadores (Ronaldo y Bale) continuarán en el club.

Las preguntas ahora son evidentes: ¿Qué ha hecho que Zidane tome esta decisión? ¿Cuál será el siguiente paso en su futuro?

(AP Photo/Borja B. Hojas)
(AP Photo/Borja B. Hojas)

La incógnita ha pillado a todos al traspiés. La cara de Florentino Pérez en la rueda de prensa y sus múltiples gestos evidenciaban lo súbito de la situación. El presidente se entrecortaba en su discurso, tenía muchos papeles sobre la mesa y no atinaba a dar con la tecla a la hora de enviar un mensaje claro a la afición. Zizou dijo que lo deja por desgaste, Florentino que estaba muy sorprendido y triste por la decisión.

Deberán pasar un par de días hasta que entendamos perfectamente qué ha ocurrido en el seno del club y por qué Zidane deja su puesto renunciando (una vez más, como cuando era jugador) a su último año de contrato. Los rumores se han desatado: desavenencias con el presidente, un desencanto por las presiones que sufrió en enero y febrero cuando quedó eliminado de la Copa del Rey y se descolgó de la Liga, falta de compenetración a la hora de definir las prioridades del equipo para el año que viene, o quizás no haya nada más allá de lo que ha dicho; que nota el desgaste y no se ve con fuerzas para seguir.

El francés no ha confirmado cual será su futuro. Sí ha dicho que necesita desconectar y recargarse, algo que ya comentó Pep Guardiola en su adiós al FC Barcelona en 2012, pero no ha dado pistas sobre que hará con su vida más allá de decir que no va a entrenar otro equipo. Sin embargo no puede obviarse el hecho que en 2009, cuando volvió al Real Madrid de la mano de Florentino Pérez también aseguró que no quería entrenar, y acabó convirtiéndose en uno de los mejores de la historia en menos de 900 días como técnico de Primera División.

El técnico deja el conjunto merengue tras dos años y medio en los que ha ganado todos los títulos menos la Copa del Rey.
El técnico deja el conjunto merengue tras dos años y medio en los que ha ganado todos los títulos menos la Copa del Rey.

Podría darse la situación de que Francia le llame tras el Mundial para tomar el testigo de su amigo Didier Deschamps, que tiene contrato hasta 2020, y que en ese caso acepte el puesto. Pero lo más sensato es que tras dos años y medio al frente del Real Madrid, convirtiéndose en el segundo entrenador más laureado de la institución en sus 116 años de historia, Zidane se tome como mínimo un año sabático, para descansar, reflexionar y –por supuesto– disfrutar de la catarata de elogios que, ahora sí, recibirá como el gran entrenador que es, como el maestro táctico que ha demostrado ser, y como el genial gestor de personal que su tiempo al frente de la máquina blanca ha probado de manera intachable.

Sin más, ¡au revoir, Zizou!

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