Busquets cimenta el triunfo culé en el Clásico
La omnipresencia de Keylor Navas, el magisterio de Luka Modric y el eterno fuego competitivo de Cristiano Ronaldo no fueron suficientes para sostener al Real Madrid en el Clásico. No lo fueron porque contra esos argumentos apareció un Barcelona sobrio, completamente filtrado por la personalidad de Ernesto Valverde e implacable en el segundo tiempo. Al comando de este equipo académico no apareció en esta ocasión Messi sino Sergio Busquets, dueño y señor del centro del campo.
La importancia de Busquets en el Clásico la intuyó Zidane en la previa y con ese condicionante acomodó su alineación. A Kovacic, doctorado en anteriores duelos como marcador de Lionel Messi, le tocó vigilar a Busquets. El mediocentro catalán, en principio un problema más sencillo de resolver, comenzó impreciso pero acabó imponiéndose sobre el resto y marcado el paso de los acontecimientos especialmente en la segunda mitad.
Este gol es de Sergio Busquets. Qué locura de tío. Por favor, para verlo en bucle:pic.twitter.com/7k7DaGu97w
— Alex Rodriguez (@_alexrodrigz) 23 de diciembre de 2017
Tras un primera mitad equilibrada en el dominio del partido, con opciones también para el Barcelona pero en la que el Real Madrid disfrutó corriendo al espacio, con la iniciativa y pudo matar con dos remates clarísimos de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, Busquets creció y con el evolucionó su equipo.
Sin perder balones e impecable en la distribución de los mismos, su maniobra desde la cocina del fútbol en el gol que abrió el marcador es un clinic de las virtudes que deben adornar a un mediocentro. Con él cimentando con firmeza el suelo crecieron Rakitic, Iniesta, Messi y Paulinho el Barcelona cimentó un triunfo frente al Real Madrid que puede definir el campeonato.
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