Berardi, el futuro de Italia seguirá creciendo en el Inter

Según Il Corriere dello Sport, Domenico Berardi jugará en el Inter la temporada que viene. El delantero del Sassuolo jugará en uno de los clubes más legendarios de Europa. ¿Un salto su red? Nada más lejos. A sus 22 años, Berardi, talento puro encargado de impulsar la Italia del futuro, ve el salto como el paso definitivo para entrar en la aristocracia del fútbol.

Aunque se ha perdido una veintena de partidos esta temporada por sanción, aunque la indisciplina le ha acompañado como una marca de agua molesta durante toda su carrera, la calidad nítida de Berardi lleva ilusionando a Italia desde hace cuatro temporadas. Era cuestión de tiempo que acabase en un grande, pensaron los que le vieron enchufarle cuatro goles como cuatro soles el Milan en 2014. Entonces tenía 19 años, 5 meses y 9 días y salvo el legendario Silvio Piola nadie había logrado tamaña proeza a tan corta edad.

Berardi es un talento extraño y tardío. Es la historia de un diamante fuera de veta, de un asteroide fuera de órbita. Hasta los 13 años no comenzó a jugar al fútbol en serio pero desde entonces su carrera es un cohete imparable. Con 15 visita a su hermano en Módena y capta la atención de Luciano Carlino, asistente en el juvenil del Sassuolo, durante un partidillo de fútbol sala. Le incorpora rápidamente a la disciplina del club neroverde y en tres años, con 18, se convierte en protagonista del primer ascenso del Sassuolo a la Serie A.

11, 16, 15, 7 son las cifras de goles por temporada del mejor artillero de siempre en el Sassuolo, pero más allá de dianas, el arma de Berardi es la versatilidad y el talento amable a la vista. Uno que lo conoce bien es Arrigo Sacchi. “Es un jugador de grandísimo talento. Un futbolista moderno que juega para el equipo y por todo el campo. La viveza, la intuición, el temperamento, la forma física unida a una buena técnica es parte de su bagaje”, comenta el entrenador de entrenadores.

El Inter incorporará a un delantero versátil con una zurda privilegiada pero con capacidad para ejecutar el juego sin problemas con su pierna mala. Con espacios abiertos es temible por potencia, velocidad y capacidad pàra hacer simple el fútbol. Pero también es capaz de rendir en equipos que beban del ataque posicional gracias a su técnica de pase depurada y capacidad para leer el juego. La guinda, claro, es el gol: 30 goles en la Serie A son oro para un veinteañero. El Inter se lleva a un futbolista fundamental para apuntalar el futuro.

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