El penúltimo paso del Atlético Madrid será contra su propia historia

El penúltimo paso del Atlético Madrid será contra su propia historia

La historia negra del Atlético Madrid empieza con el Bayern Munich.

En 1974, ambos equipos llegaban a la final de la Champions League plagados de estrellas. Luis Aragonés, Irureta, Gárate, Ufarte, Adelardo, Cacho Heredia o Miguel Reina eran algunos de los hombres que imponían por el lado rojiblanco. En el otro, no eran menos los Sepp Maier, Beckenbauer, Uli Hoeness, Paul Breitner o Gerd Müller.

Ningún equipo había ganado todavía el torneo, cuando estaban apunto de cumplirse los primeros 20 años de la competición. Real Madrid, Ajax, Inter o Benfica eran en aquellos momentos los grandes dominadores de una competencia que se convertiría en la más importante del mundo con el paso de los años, y que aquella noche en Bruselas quiso que fuera el Bayern Munich quien empezara una dinastía que hasta hoy le ha llevado a levantar la Orejona en cinco ocasiones.

Luis Aragones marcó un gol en el minuto 114 de partido, para hacer soñar a todos los colchoneros, pero en el último suspiro Schwarzenbeck empataría el encuentro y forzaría jugar el partido de desempate dos días después. El central alemán de nombre improunciable se convertiría en el monstruo de todas las historias de terror que perseguirían a la juventud española y comenzaría a curtir ese caracter de perdedor que tan hondo acabó calando en el espiritú no sólo del Atlético Madrid, si no de todos los equipos españoles.

El Bayern de Múnich pasaría por encima en el siguiente partido (4-0) a los colchoneros, y tendrían que pasar casi 20 años para que otro equipo español levantara la Copa de Europa.

La historia ahora no es tan diferente.

El Bayern tiene cinco Champions en sus vitrinas, un club con una economía boyante manejado por las viejas glorias del club, al mejor entrenador de los últimos veinte años, y un plantel plagado de estrellas. Sin ir más lejos, los alemanes se plantaron en semis ante el FC Barcelona el año pasado con seis bajas en su alineación titular, pero Guardiola pudo aun así conformar un equipo titular de tal garantías que hasta se dio el lujo de dejar a Mario Gotze en el banquillo.

El Atlético Madrid por su parte, tal y como hiciera en 1974, llega al cruce plagado de ilusión y también con algunos de los nombres más codiciados del firmamento futbolístico Europeo. Para empezar, el Cholo Simeone tiene la que es considerada por muchos como la mejor defensa del continente. Godín y Giménez son los kaisers de un equipo impentrable, que tiene velocidad en las alas con Juanfran y Filipe Luis, y un muro atrás como es el esloveno Jan Oblak. Luego cuenta con un mediocampo de los más trabajadores del mundo; atletas que saben jugar al fútbol y que son magos de la táctica, liderados por un incombustible Gabi, que vive una segunda juventud. Arriba, dan miedo las carreras de Griezmann y Carrasco, y si Torres tiene su noche, la delantera rojiblanca no tiene nada que envidiar a nadie.

Por eso el cruce entre ambos equipos se presenta casi como una final adelantada, y muchos creen que el vencedor del mismo acabará levantando la Orejona en Milán.

Si lo consigue el Atlético Madrid, habrá también comseguido desenterrar viejos fantasmas para siempre.

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