La decisión de Durant que puede cambiar a la NBA

La decisión de Durant que puede cambiar a la NBA

La NBA implementó un tope salarial desde mediados de los 80 y era de 3.4 millones de dólares por equipo. A mediados de la década de los 90 se incrementó a poco más de 15 MDD. Para la temporada 2016-2017 será de 94.1 MDD y (música para los oídos y billeteras de los jugadores) en 2017-2018 se incrementará hasta 107 MDD.

En particular en este periodo de agencia libre los millones han fluctuado como los compradores en las tiendas en época navideña. Esto se debe a que el tope salarial se ha ampliado y esta es una tendencia, aparentemente, que no se va a detener, si además sumamos los ingresos que van a venir procedentes de la publicidad en camisetas y los cientos de millones de dólares por el contrato televisivo de la liga.

 

Una persona toma una fotografía del cartel de Kevin Durant, en una entrada de la Chesapeake Energy Arena en Oklahoma City, el lunes 4 de julio de 2016 (Kurt Steiss/The Oklahoman via AP)
Una persona toma una fotografía del cartel de Kevin Durant, en una entrada de la Chesapeake Energy Arena en Oklahoma City, el lunes 4 de julio de 2016 (Kurt Steiss/The Oklahoman via AP)

 

La decisión de Kevin Durant al convertirse en agente libre sin restricciones y haber elegido reforzar al equipo más fuerte de la NBA, los Golden State Warriors, para convertirlo todavía en uno más poderoso, generó diversas opiniones, desde las positivas hasta las opuestas. Que hizo lo correcto porque es legítima su búsqueda de un campeonato, que abandonó a sus compañeros, aficionados y al estado entero de Oklahoma, que criticó tanto a LeBron James que terminó viéndose peor que él... etcétera.

A diferencia de James, quien se fue de Cleveland porque no tenía un complemento en los Cavaliers como para aspirar a lograr un campeonato, Durant jugaba al lado de Russell Westbrook, indiscutiblemente uno de los mejores bases o armadores de toda la NBA y un jugador no sólo desequilibrante, sino con esa capacidad que poseen pocos, de alterar el resultado de un partido con una simple jugada. Esa es la parte que quizás crucifica más a Kevint Durant.

 

 

La solución, para muchos expertos, buscando acabar con este tipo de escenarios, es que la NBA pueda copiar en al menos un aspecto a la NFL, porque sinceramente, tampoco es que la National Football League sea perfecta en sus gestiones o manejos, pero en un tema en particular, puede ser que sí tenga sentido y un mejor manejo de situaciones parecidas.

La NFL tiene un método que sirve eficazmente para evitar escenas como la de LeBron en 2010 y esta de Durant en 2016, y se llama etiqueta de jugador franquicia (franchise tag). Este mecanismo le permite a los equipos no sufrir por las amargas partidas y mantener a sus mejores jugadores al colocarles esa etiqueta, una por equipo, y pagarles un sueldo por encima del promedio de los cinco mejores pagados de la liga en su respectiva posición.

 

TORONTO (CANADÁ), 11/05/2016.- DeMar DeRozan de Raptors observa las acciones ante Heat desde la banca hoy, 11 de mayo de 2016, durante el quinto juego de la semifinal de la Conferencia Este de la NBA en el Air Canada Centre de Toronto. EFE/WARREN TODA
TORONTO (CANADÁ), 11/05/2016.- DeMar DeRozan de Raptors observa las acciones ante Heat desde la banca hoy, 11 de mayo de 2016, durante el quinto juego de la semifinal de la Conferencia Este de la NBA en el Air Canada Centre de Toronto. EFE/WARREN TODA

 

La etiqueta de jugador franquicia, de primeras, puede parecer algo restrictiva con respecto a las intenciones de los grandes jugadores para firmar contratos jugosos, pero al final, aquellos que son etiquetados siempre terminan recibiendo pactos millonarios a largo plazo, no importando si se trata de Tampa Bay, Indianapolis, Buffalo o cualquier equipo de los llamados mercados pequeños.

 

LeBron James de los Cleveland Cavaliers durante un partido contra los Golden State Warriors el 16 de junio de 2016 en Cleveland (AFP | Jay LaPrete)
LeBron James de los Cleveland Cavaliers durante un partido contra los Golden State Warriors el 16 de junio de 2016 en Cleveland (AFP | Jay LaPrete)

 

Quizás sea momento de que los dueños de la NBA puedan empezar a contemplar una negociación con el sindicato de jugadores de la liga sobre este tema y modificar, de modo que convenga a ambas partes, ese contrato colectivo de trabajo para erradicar el suspenso al estilo KD.

Quizás por eso nunca veremos a Aaron Rodgers jugar con el mejor receptor, corredor o la mejor línea ofensiva de la NFL y, en un sentido, esta medida genera paridad, equilibrio y evita que haya equipos excesivamente cargados de talento y otros muy carentes de ello.

 

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