Absoluta modernidad en la agencia libre NBA

Aquellos años en los que se estilaba que un deportista comenzara su carrera en un equipo y en esa misma organización la terminara, han llegado a su fin.

Muchos aficionados que hoy siguen siéndolo, y que crecieron con esa idea y que se resisten a aceptar que todo cambia, no terminan por aceptar que el mundo del deporte se ha transformado radicalmente, vamos, hasta podríamos decir que el mundo que conocimos ya no lo es más y esta metamorfosis no se va a detener, sino por el contrario, las cosas seguirán con una tendencia al cambio.

No es de extrañarse, por poner un ejemplo claro y a la mano, que algunos cuarentones o treintañeros sigan cuestionando que LeBron James se haya ido de Cleveland a Miami, aunque se olvidan que en ese paréntesis en su carrera ganó dos campeonatos de la NBA siendo el MVP ambas ocasiones en las Finales. Michael Jordan incluso jugó otro deporte y finalizó su carrera con otro equipo que no fueron los Chicago Bulls, por ejemplo, pero sobre eso no se hace mucha bulla, en fin.

 

 

Esos años de los que emanan las historias más románticas y entrañables del deporte, en sus años de "inocencia", de crecimiento y comienzo de la masificación, no existen más. Esas historias de héroes que se dedicaban al deporte profesional casi por amor al arte a cambio de unas cuantas monedas, está en los anales de la historia y sirven como un alegórico y orgulloso pasado, del que sólo prevalece el recuerdo.

El deporte, no se equivoquen, siempre ha sido un negocio. El tema es que conforme ha avanzado el tiempo y se han desarrollado las sociedades y su intrincado modo de operar en todos los ámbitos posibles, el mundo deportivo también ha cambiado, y las cosas que en los mismos orígenes de las diferentes disciplinas deportivas nos parecían increíbles, hoy lo siguen siendo, pero también serían completamente inviables, como que los atletas profesionales viajen en tren o anunciando bebidas alcohólicas o cigarrillos, que ganen poco dinero o que permanezcan todo el tiempo en el mismo lugar o equipo, si es que se trata de un deporte de conjunto, claro está.

 

 

Hace 15 años ni siquiera existían las redes sociales. En los albores del nuevo milenio el internet apenas estaba desarrollándose, ya empezaban a pulular sitios web deportivos pero apenas hace 12 años se creó Facebook, apenas hace 10 Twitter y Snapchat, la red social de mayor crecimiento en los últimos meses, apenas acumula cuatro años de existencia, para poner en perspectiva cómo ha cambiado no sólo el deporte sino la vida misma y el cómo interactuamos con los demás.

Es por ello que llegamos al punto en el que las nuevas generaciones de deportistas se han sabido adaptar perfectamente al tiempo que les tocó vivir, porque además de que no conocen otro, saben que incluso el revolucionado mundo en el que nacieron no va a permanecer mucho tiempo así, sino que va a cambiar y cambiar.

Si antes queríamos enterarnos de las transacciones de jugadores de cualquier deporte durante una temporada regular, por ejemplo, el diario USA Today en su edición impresa, tiene un apartado que se llama así, Transactions, y ahí sabías que un jugador pasaba de tal a cual equipo en qué Liga y demás. Sólamente así, no había más hace unos ayeres. Pero las cosas no son más así ahora.

 

 

Tomemos como ejemplo el caso de Hassan Whiteside, el joven viajero del Miami Heat quien antes de aterrizar en la NBA jugó en la NBDL o liga de desarrollo y en el extranjero. Es lo que se puede decir, a sus 27 años, un Milennial. Y además de compartir su postura ante las ofertas que tuvo de otros equipos en su calidad de agente libre, escribió en el sitio creado por Derek Jeter, otrora legendario shortstop de los New York Yankees, The Players Tribune, (una plataforma que hace una década nadie ni siquiera imaginó) en donde escribió qué era lo que iba a hacer para continuar con su carrera. Digamos que además del posmoderno modo en el que lo hizo, se puede catalogar como formal también.

Sin embargo, la primera oportunidad que tuvo de informar, que fue de forma informal dicho sea de paso, que se quedaba como jugador de Miami, era a través de la aplicación de Snapchat, esta red social para compartir fotos y videos, llamados historias, en la que se nota cómo está completamente adaptado al mundo en el que vive... así anunció que seguirá siendo un jugador del Heat.

 

 

Como aficionados al deporte, o periodistas vinculados a este apasionante mundo quizás no terminamos de entender que se acabó la era de los Tim Duncan, de los Kobe Bryant, de los Bill Russell, los Larry Bird o los John Stockton y que el deporte es un gran y jugoso negocio por el que las marcas y las corporaciones mundiales desembolsan millones de dólares año con año y que los atletas han dejado de ser sólo un objeto unidireccional, entonces les aconsejo mejor vivir en el recuerdo, pero será difícil a la hora de contrastar y chocar con la cruda realidad que nos estalla en la cara con el presente, tal cual es.

 

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