Ronaldo aprende de sus errores

Ronaldo aprende de sus errores

La imagen de la Euro fueron las lágrimas de Cristiano Ronaldo al tener que pedir el cambio a los 23 minutos de la final del torneo. Tras la entrada de Dimitri Payet en el minuto 18, el portugués se dio cuenta de que no podía continuar con la rodilla maltrecha y tras intentarlo con un aparatoso vendaje, tuvo que ceder el brazalete y dejar su puesto a su "hermano" Ricardo Quaresma para sufir el resto del partido desde el banquillo.

En cualquier otra situación, Ronaldo hubiera corrido a la ducha y se hubiera desentendido totalmente del partido. Al fin de cuentas al portugués le pueden muchas veces sus ganas de superarse, hasta el punto de que acaba no siendo capaz de disfrutar de situaciones de las cuales él no es el gran protagonista.

El problema de este carácter es que, entrado ya en la treintena, Ronaldo no puede darse todas las licencias deportivas que se daba hasta hace apenas tres años. Hasta entonces, el portugués era capaz de ganar partidos él solo, porque sus cualidades físicas le mantenían en lo más alto. Ahora, es más complicado llevarse a los defensas en carrera, o driblar a tres adversarios en la misma jugada, y por eso Cristiano se frustra, sufre y llega muy tocado a partidos para los que se debería haber preparado a coinciencia. Además, ahora se da cuenta de que sus compañeros en el campo no son sólo buenos acompañantes para la foto oficial del partido.

Es cierto que la lesión causada por Payet no tiene nada que ver con la sobrecarga de partidos, pero el capitán portugués ha llegado muy castigado a esta Euro, y él mismo se ha dado cuenta de que algo tiene que cambiar si quiere jugar a un alto nivel competitivo hasta los 40, como suele comentar.

Ya después de jugar la final de la Champions League en Milán, Cristiano aseguró que tiene que aprender a dosificarse de vez en cuando, a parar un par de partidos, para encarar bien los momentos complicados de la temporada, que es cuando de verdad deben brillar los grandes jugadores.

De momento, y ante la baja por lesión que le tendrá fuera de combate durante al menos un mes, Ronaldo no va a forzar para jugar la Super Copa de Europa. Desde su club no quieren correr ningún riesgo, pues saben que un mal arranque de temporada puede dañar al portugués para el resto del año, y aunque se considerá que el torneo a disputarse ante el Sevilla es importante, más lo es contar con Cristiano en plenitud durante todo el curso.

Para el portugués no es fácil renunciar a la Super Copa. Enfrascado como está en la carrera por el Balón de Oro, una gran actuación en el torneo podría sellar definitvamente su candidatura, pero él mismo se ha dado cuenta que quizás sea mejor arriesgar ese galardón personal por poder conseguir los que de verdad pesan: los del equipo, que se disputarán en mayo del año que viene.

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