Marcos Llorente quiere ser el guardaespaldas de Casemiro

Forma parte de la expedición de Zidane a la gira norteaméricana como uno de los canterano destacados que el año pasado se quedaron a un paso de subir a segunda división con el Castilla. Se trata de Marcos Llorente, un nombre que huele a madridismo, pues su padre y su tio, Paco y Julio Llorente, jugarón en el primer equipo en los ochenta, su abuelo, Ramón Grosso, fue uno de los mejores jugadores de los sesenta además de coronarse campeón de Europa con los blancos en 1966, y  su tio abuelo es el mítico Paco Gento.

El mediocentro defensivo lleva años sonando como uno de los mejores talentos de la cantera, y ya logró debutar de la mano de Rafa Benítez la temporada pasada ante el Levante. Desde la llegada de Zinedine Zidane al banquillo, el jugador se convirtió en uno más del primer equipo, y el francés también le dio minutos ante la Unión Deportiva Las Palmas.

Ahora ha viajado a la pretemporada con la primera plantilla con la esperanza de hacerse un hueco entre los mayores, sobre todo tras el fichaje de N'Golo Kanté por el Chelsea. El internacional francés era el jugador preferido por los blancos para sustentar el mediocampo en la parte defensiva, pues Zidane sólo cuenta con Casemiro para ese puesto. Pero con su fichaje por el equipo de Antonio Conte, las puertas del primer equipo están abiertas de par en par para Marcos Llorente.

Zidane ha tenido una relación interesante con Marcos. En su llegada al Castilla, el técnico francés no confió en Llorente, pues no creía que tenía las condiciones necesarias para ser el último mediocampista, y que su calidad no era superior a la de los mediapuntas e interiores con los que contaba en la plantilla. Sin embargo, el pequeño del clan Llorente-Grosso poco a poco demostró que con su envergadura y su sabiduría táctica podía comandar perfectamente la sala de máquinas del equipo castillista.

El francés se quedó prendado con su evolución, hasta el punto que aseguró a Carlo Ancelotti que tenían a un Sergio Busquets en potencia entre manos. Además, su versatilidad y su estatura le permiten jugar de central sin ningún problema, convirtiéndose en un comodín espectacular para cualquier técnico.

Marcos Llorente quiere llevar a cabo la misma estrategia que le dio la titularidad del Castilla para intentar coneguir una ficha del primer equipo. Sabe que Zidane le va a dejar brillar en esta pretemporada, y que si demuestra que puede ser de la partida, el club desistirá de fichar a jugador alguno para cubirle las espaldas a Casemiro y confiará en él con los ojos cerrados.

El joven madridista sabe que no tiene nada que perder y piensa dejar todo en el campo para conseguir su gran objetivo.

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