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La incómoda situación de James Rodríguez

La incómoda situación de James Rodríguez

El colombiano James Rodríguez se encuentra en una situación complicada, quizás la peor de su carrera en la élite. Su segunda temporada en el Real Madrid no fue para nada positiva, mucho menos si la comparamos con la primera, y por eso en el club ahora mismo no está muy claro cual será su estatus en la plantilla... ni siquiera si será parte de ella.

El extremo no tiene contento a nadie en su equipo. Zinedine Zidane quedó muy disgustado con su actitud el año pasado. Nada más ser ascendido, el francés confió en él y le dio minutos de juego para que probara su calidad, pero James se escondió una y otra vez, y su desgana en el Derbi del Bernabéu ante el Atlético de Madrid fue el mazazo final. Desde ese momento, Zizou dejó de contar con él, ni siquiera utilizándolo como tercer cambio en las semifinales o la final de Champions League, o en el Clásico ante FC Barcelona.

Tras el final del campeonato, James se marchó a la Copa América con Colombia donde dejó un par de perlas dada su calidad, pero no logró ser el líder que tenía acostumbrado a todo un país al imposible, y Colombia acabó tercera del torneo tras perder en semis con Chile.

José Pekerman, el seleccionador colombiano, aseguró durante el torneo que James tenía un problema en el hombro por el cual debía operarse durante el verano, por eso en el Real Madrid se disgustaron bastante al ver que el colombiano se marchó de vacaciones a Miami nada más terminar el torneo, incluso disputando partidos de voleibol en la playa, sin atender a su estado físico.

Ahora, el jugador vuelve al trabajo del grupo y tendrá que unirse a sus compañeros en Montreal, pero está por ver la decisión del club en cuanto a su hombro. Si se tiene que operar, estará fuera de juego durante no menos de dos meses, y entonces tendrá que arrancar una mini-pretemporada para poder estar a tope. Estamos hablando de casi tres meses fuera de juego para un jugador que tenía difícil entrar en cualquier quiniela para ser titular en el Real Madrid y que, de operarse, verá prácticamente como sus compañeros le adelantan por el costado en la carrera por un puesto en el once.

Zidane es de la opinión que lo mejor sería vender al colombiano. El técnico ha dejado saber al club, por activa y por pasiva, que prefiere jugadores inferiores a nivel técnico pero completamente integrados y entregados, que hombres que destaquen por sus cualidades tácticas y que actuen como divas dentro del vestuario.

Florentino Pérez, sin embargo, no está muy por la labor de vender a un jugador que considera un potencial Balón de Oro, además de ser todo un reclamo publicitario en Sudamérica. Si nos atenemos a los hechos cabe recordar que Florentino Pérez aguantó a Kaká en el equipo durante cuatro temporadas a pesar de sus continuos problemas físicos, su falta de integración al grupo, e incluso, una situación muy similar a la de James en la que el brasileño, siempre destacado como un gran profesional, prefirió irse de vacaciones tras el Mundial 2010 a operarse, descisión que le acabó por costar la relación con José Mourinho.

Siguiendo esos baremos, será difícil que Florentino Pérez se decida a vender al colombiano sin intentar antes amortizar su inversión (75 millones en el verano de 2014), aunque si llegará una gran oferta desde Inglaterra o, incluso, del Bayern de Munich, quizás el presidente acabe escuchando las plegarias de su entrenador y ponga punto y final a la historia blanca de James Rodríguez.

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