Marcos Llorente deslumbra en el Alavés y el Real Madrid ya busca hacerle hueco

Los buenos jugadores se ven a la legua y con Marcos Llorente no iba a ser diferente. El que fuera capitán del Castilla ha tardado un mes en hacerse con las riendas del Alavés y demostrar que tiene madera para comandar al equipo de Mauricio Pellegrino, hasta el punto de que en el Real Madrid ya están viendo la forma de hacerle hueco para que regrese la temporada que viene.

El madrileño deslumbró a todos en la inesperada victoria del Glorioso en el Camp Nou, donde secó a Messi (antes a Arda Turan y Denis Suárez) y se confirmó como el guía del juego del Alavés. El joven de 21 años terminó el partido con más de una docena de balones recuperados y el 98 por ciento de sus pases completados correctamente. Tras 95 minutos de juego trepidante, el joven terminó exhausto pero feliz porque sabía que en su carrera habrá un antes y un después de este partido.

Su sueño, ya lo dijo al dejar la nave blanca, era emular los pasos de Carvajal, Casemiro o Morata y regresar al Real Madrid convertido en un jugador de primera línea para el equipo madrileño. Era una decisión difícil de tomar, porque nunca se sabe hacia donde te pueden llevar los derroteros del fútbol una vez que se sale de la comodidad de formar parte de la plantilla blanca, pero Marcos Llorente es un jugador con pedigrí, de familia futbolera, y obviamente está bien aconsejado.

A su edad, era clave demostrar (al Real Madrid y a sí mismo) que podía ser importante en un equipo de primera. El Alavés era el lugar ideal para desarrollar ese último paso en su carrera antes de reclamar un puesto en el conjunto merengue. Un club con olor a histórico, buscando una nueva identidad en su regreso a primera, y necesitado de líderes con el brío suficiente para afrontar el futuro.

Marcos Llorente era el jugador ideal y su técnico, el argentino Mauricio Pellegrino, no ha tardado en verlo. Quizás la única pega que le ponen a su rendimiento en Vitoria es que, de seguir así, no podrán disfrutar del mediocentro más allá del verano que viene.

En el Real Madrid, a la vez, ya hacen cuentas para intentar buscarle un acomodo en la primera plantilla blanca el año que viene. A pesar de que Casemiro, el hombre que ocupa su teórica demarcación en el campo, es el único efectivo de la plantilla que no tiene relevo natural y Llorente tendría ahí un filón que explotar, en el mediocampo blanco hay ahora mismo seis jugadores que parecen inamovibles para Zidane. Todo dependerá de los minutos que disputen los Isco, Kovacic y James, y si alguno de estos decide dejar el barco la temporada que viene en busca de un puesto de titular en cualquier otro club de Europa.

De ser así, y como el Real Madrid no podrá hacer fichajes por la sanción FIFA, el retorno de los canteranos cedidos será la única via de escape para que nuevos jugadores se incorporen a la plantilla y Marcos Llorente estará, a buen seguro, el primero de la lista del club para volver a casa.

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