La hora de Gareth Bale

La hora de Gareth Bale

La temporada de Gareth Bale puede estar llegando al momento crucial de despegue. Parece que las malas rachas de lesiones están ya olvidades y su juego se ha adaptado al paso y al ritmo del fútbol español. Se le nota entonado, afilado, es capaz de intentar lo imposible y salir airoso de cada jugada, y además ha empezado a ver puerta de forma asidua.

Todos los elementos parecen confabularse para que el galés, que durante el parón de selecciones volvió a brillar con Gales y marcó un gol clave ante Georgia para asegurar un punto durísimo en casa, vuelva a disputar la Liga con su club y empiece a destacarse como el líder del equipo.

Quizás su cuenta pendiente sea justamente esa: ser capaz de brillar bajo la sombra de Cristiano Ronaldo. El portugués, omnipresente en todos los sentidos tanto en el Real Madrid como en Portugal, reclama para si mismo siempre todos los focos. Con Ronaldo no hay días de descanso, ni partidos jugados a la mitad, ni forma de ralentizar su actividad. El está y está siempre, y a Gareth Bale, desde que llegó al club, le ha costado sacar su mejor fútbol cuando le ha tocado compartir el terreno de juego con el portugués.

La relación entre ambos es perfecta, se admiran y congenian futbolísticamente, pero también es cierto que sólo se ha visto al mejor Gareth Bale, al atacante desatado que impresiona con Gales, cuando este ha estado en el campo sin la sombra de Ronaldo presente, cuando se ha sentido el verdadero líder del equipo, el jugador al que todos buscaban y el encargado de sacar las castañas del fuego cuando la cosa se pone difícil.

Bale se siente cómodo en esa tesitura, la misma que vivió en el Tottenham y en su selección. El año pasado, en los últimos meses de competición, con un renqueante Cristiano Ronaldo, Bale se echó el equipo a la espalda y lo llevó hasta la final de la Champions League (marcó el gol de la clasificación para la final de Milán), fue el mejor del partido ante el Atlético de Madrid hasta que le duró el físico, y mantuvo al equipo en la pugna por la Liga con goles dramáticos e in extremis ante Rayo Vallecano y Real Sociedad, por ejemplo.

Ahora, tras un parón de selecciones que debe servir al Real Madrid para reiniciar su trayecto en el campeonato local y la Champions League (tras cuatro empates al hilo), Gareth b debe dar un paso al frente y sacarse los grilletes que le suponen compartir once incial con Cristiano Ronaldo para convertirse en esa figura que todos presagian que sea en el club: El jugador franquicia del próximo lustro.

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