La redención de Kiko Casilla

La redención de Kiko Casilla

Cuando a las 11:50 del 31 de agosto de2015 la máquina del fax del Manchester United falló y no se logró llegar a un acuerdo con el Real Madrid para el traspaso de David De Gea, todos vieron al portero costarricense Keylor Navas --quien debía hacer el vuelo contrario hacía la ciudad del norte de inglaterra-- como el gran ganador de la situación. El tico se quedaba en la capital española, sin la sombra ya de Iker Casillas y con el número 1 del equipo de sus sueños a la espalda. De lujo.

Navas cerró un año magnífico, siendo el salvador del equipo en varias fases del campeonato y un muro en la Champions League, donde sólo el Wolfsburgo y el Atlético de Madrid lograron romper su portería, pero al final de temporada tuvo que operarse del tendón de aquiles, y es aquí donde arranca la historia del nuevo héroe del madridismo.

Rafa Benítez pidió el fichaje de Kiko Casilla, de quien el Real Madrid seguía guardando la mitad del pase tras ocho años en el Espanyol, para asegurarse una buena terna de porteros, ya fuera Navas o De Gea el titular.

El catalán volvió a su antigua casa como en su día lo hiciera también Diego López: de puntillas y sin hacer mucho ruido. Como el gallego, tendría su redención, y la oportunidad de brillar con luz propia.

La eliminación en la Copa del Rey por el Caso Cheryshev fue una losa tremenda para él, que veía en el torneo del KO su gran oportunidad de sentirse importante, y por eso acabó su primer año de vuelta en el club jugando sólo un par de partidos cubriendo las bajas del tico por lesión.

Sin embargo este año, y debido al periodo de recuperación de Navas tras su operación, Kiko Casilla se ha convertido en el portero titular del Real Madrid con todo el mérito y domingo a domingo está demostrando tener suficiente categoría para ser considerado el número 1 del club, pase lo que pase con Keylor.

Casilla se graduó en la Super Copa de Europa en la cual aguantó a su equipo cuando mejor jugó el Sevilla y luego demostró una entereza tremenda al parar un penalti ante el Osasuna en el Bernabéu, en un error garrafal del árbitro que pitó el penalti a pesar de que los rojillos habían logrado marcar en la prolongación de la jugada.

Kiko Casilla es sin duda  un genio lidiando con la presión sicológica del momento más crucial para un portero, cmo demostró ante Osasuna, pero su mejor actuación llegó ante su exequipo, el Espanyol. El catalán sacó dos mano a mano claves, sobre todo el primero ante Leo Baptistao con 0-0 en el marcador, y en la segunda parte dejó para el recuerdo un paradón a mano cambiada a un intento de vaselina de Caicedo que hubiera complicado mucho las cosas al Real Madrid.

Ahora que la vuelta de Keylor Navas parece inminente, está por verse que hará Zidane con Kiko. Con 29 años, está en un momento clave de su carrera, y cabe recordar que Del Bosque contó con él varias veces como tercer portero de la Selección Española, por lo que relegarle a la suplencia total por detrás del costarricense sería acabar prácticamente con sus sueños de ser internacional.

La Copa del Rey se presenta, de nuevo, como el escaparate perfecto de Casilla, sobre todo este año en el cual la segunda línea de batalla del Real Madrid parece dispuesta a dar mucha guerra. Pero no estaría de más que Zidane intercalara alguna que otra aparición del catalán también en La Liga y, sobre todo, en la Champions League, para por lo menos premiar el gran arranque de temporada que el cancerbero a tenido este año.

Cualquier otra solución sería hacerle un feo innecesario al catalán.

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