La infernal rotación del Real Madrid

La infernal rotación del Real Madrid

Zinedine Zidane dio con la tecla el año pasado tras perder ante el Atlético de Madrid en casa. El técnico se mostró serio en rueda de prensa tras aquell derrota y aseguró que había muchas lecturas de ese partido y que tomaría cartas en el asunto. Jugadores como James, Isco o Danilo salieron muy tocados de ese encuentro, y a partir de ese momento el Real Madrid empezó a funcionar en base a un once inicial intocable, compuesto por los jugadores que mejor competían, y edulcorado por hombres de refresco como Lucas Vázquez o Jesé, y poco más.

15 victorias al hilo en La Liga desde entonces adornan las estadísiticas de Zidane y su equipo, pero ahora, con 24 jugadores a tope en su plantilla y más de nueve meses de competición por delante, el técnico está ante una disyuntiva interesante.

De momento, a ido repartiendo esfuerzos en parte porque las lesiones y los viajes con sus selecciones le han permitido rotar, y todos los jugadores a los que ha dado la alternativa han sabido responder. Sin embargo, en el primer partido de la Champions League, el técnico francés apostó por su once de gala y el Sporting de Portugal le dio un baile tremendo que sólo lograron dar la vuelta los "suplentes" Morata, Lucas Vázquez y James Rodríguez.

Tal fue el impacto de los tres cambios en el partido que muchas voces, externas e internas, sugieren ahora que estos jugadores sean titulares ante el Espanyol, pues la meritocracia instaurada por el técnico no distingue --supuestamente-- en lo que a nómina se refiere.

Pero Zidane tiene un problema añadido: por un lado, sus jugadores titulares, sobre todo la BBC, necesita minutos para ir engrasando y recuperando sensaciones; por otro, la segunda línea, los jugadores que salvaron los platos en la Champions League, siente que merecen una ocasión de brillar como titulares; y por si eso no fuera poco, los descartados --Nacho, Asensio, Coentrao, Isco o Mariano-- no verían de muy buen grado abonarse a quedar fuera de la convocatoria, por lo que si Zidane quiere tener a todos enganchados y al mejor nivel deberá hacer lo que sea necesario para que estos tres grupos se entremezclen lo más posible y puedan compartir esfuerzos.

De momento, ante el Espanyol, al técnico se le podría abrir una ventana por la lesión de Gareth Bale, que aunque no debe hacerle ninguna gracia al francés, daría la oportunidad a Lucas Vázquez de disfrutar de la titularidad ante su exequipo. De la misma manera, Toni Kroos podría descansar y dejar su puesto a un James Rodríguez hiperactivo y supermotivado en los 15 minutos que disputó entre semana. El propio Kroos e Isco podrían esperar en el banquillo, junto a Asensio, mientras que le tocaría el turno a Kovacic de sentarse en la grada a pesar de no haber jugado un solo minuto ante el Sporting ni ante el Osasuna.

La última duda sería si Morata entraría desde el arranque o si Benzema volvería a contar con 60-70 minutos para continuar con su puesta a punto. A priori, y pensando que Ronaldo tampoco está en su mejor momento, parece arriesgado apostar por el francés durante la primera hora de juego ante un rival con el colmillo afilado como el Espanyol, pero Zidane tendrá que mirar por lo más positivo a largo plazo.

Sea como fuere, no será fácil el trabajo del entrenador francés cuando tenga que sentarse a organizar la convocatoria y seguramente, como dijo hace un par de semanas, acabará con un buen dolor de cabeza para poder dar los 18 nombres y no crearse enemigos.

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