Francia echará de menos al mejor Benzema

Francia echará de menos al mejor Benzema

El Real Madrid se ha vuelto a enganchar a la Liga y ha encontrado la velocidad de crucero cuando más lo necesita. El Getafe, un equipo con pinta de desahuciado a menos que Esnaider pueda inyectarle sangre en las venas, no fue más que un juguete roto en manos del equipo de Zidane, que va a terminar la temporada como un tiro, y aspirando a todo.

De momento, duerme a un punto del Barça en Liga y espera plácidamente el enfrentamiento ante el Manchester City en semis de la Champions. Zidane se dio el lujo, además, de rotar en Getafe, dejando a Casemiro y Modric fuera del once, para dar cabida a Isco y James. Un lujazo tener a dos peloteros de su categoría para resolver la papeleta en partidos como el del Coliseum, sin duda.

Si además estos dos jugadores están implicados y llevan la batuta del juego del equipo, la alegría es doble, y ante un rival que no presionó mucho en el medio, el malagueño y el colombiano fueron los dueños del campo.

Pero sin duda la gran estrella, tras una semana llena de altibajos emocionales, fue Karim Benzema. El francés fue el mejor ante el Wolfsburgo el martes, dando un recital de técnica y táctica que ayudó a que su equipo remontara la elimiantoria, pero el miércoles recibió un mazazo: no será convocado a la Euro 2016, a disputarse en su país.

El delantero tenía dos opciones, venirse arriba o hundirse. Y se vino arriba.

Ante el Getafe se le vio sonriente y feliz haciendo lo que mejor sabe, jugar al fútbol y marcar. De sus botas salieron los tres primeros goles. Abrió la lata, como se ha acostumbrado a hacer todo el año, y luego asistió a Isco y Bale en sus goles para dejar sentenciado el partido.

Karim volvió a ser la brújula del Real Madrid y en sólo 60 minutos abrió y cerró el partido. Todo el fútbol de ataque del equipo pasa por él, gira sobre él, y ha llegado a un punto de madurez que le debe posicionar muy cerca de conseguir el Balón de Oro este año. El francés no hace mucho ruido y se aleja de los focos, pero tiene enamorado al madridismo. Después de su salida del campo, el partido siguió, pero gran parte del fútbol del equipo se fue al banquillo con él. No debe ser esto visto como un menosprecio al resto de la plantilla, si no como el merecido reconocimiento a un jugador que esta en su mejor momento de forma, a pesar de los golpes que se ha llevado esta temporada.

Sarabia, excanterano madridista, anotó el gol del honor ante un Keylor Navas otra vez imperial, que inclusó frenó una clara ocasión en un libre indirecto dentro del área pequeña. Pero el Real Madrid estaba desbocado, y su caudal futbolístico no tiene parecido en el mundo entero a estas alturas de temporada. James hizo buena una asistencia de Lucas con un regate de genio en el punto de penalti y un suave disparo colocado con la derecha, para que luego cerrara la cuenta Ronaldo en el 92, toda vez que Jesé se quedó mano a mano con Guaita y prefirió ceder al pichichi de la Liga en vez de llevarse la gloria él.

Los merengues suman y siguen. La esperanza de hacer algo grande este año sigue viva y parece que todos se han conjurado para --por lo menos-- intentarlo hasta el final.

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