Primero Jordan, luego Kobe, ¿ahora Wiggins?

Michael Jordan of the Chicago Bulls (L) and Kobe Bryant of the Los Angeles Lakers chase a loose ball during their NBA All-Star game at Madison Square Garden in New York, in February 1998 (AFP Photo/Henny Ray Abrams)
Michael Jordan of the Chicago Bulls (L) and Kobe Bryant of the Los Angeles Lakers chase a loose ball during their NBA All-Star game at Madison Square Garden in New York, in February 1998 (AFP Photo/Henny Ray Abrams)

Ha tenido que pasar un ciclo de 20 años para que la historia se haya repetido. Hubo un día en que un jovencísimo, ambicioso y atrevido Kobe Bryant no dudó en entablar conversación con el monarca de la NBA, Michael Jordan.

"¿Cómo se hace eso?", le preguntó con la inocencia de un recién llegado a la liga. La leyenda de Chicago Bulls no dudó en responderle. Vio potencial en Kobe, percibió una mezcla de talento y ganas de trabajar para llegar a su altura. En los últimos años de su carrera, la actitud de Kobe sedujo a Jordan, quien sin dejar de lado su garra competitiva marcó el camino del primerizo.

"Tiene muchas habilidades, mucha confianza y es una cuestión de tiempo para él. Si te fijas en lo joven que es, tiene la edad de un segundo año de Universidad. Está en una liga muy dura, pero mejorará mucho si sigue aprendiendo", esgrimió Jordan tras un partido ante los Lakers a finales de los años noventa. Ya por entonces apostó por la valía de Kobe.



"Me hizo una pregunta a mitad de la cancha sobre cómo sentía a la defensa mientras hacía el movimiento en el que me giro y hago el lanzamiento. Le contesté que tiene que sentir al defensa con las piernas, de esa manera puede saber dónde está y sacar ventaja de ello".

A Jordan no le importó lo más mínimo darle respuesta a su pregunta, explicarle las claves de su éxito, los trucos para ser mejor jugador. El maestro atendió al pupilo y ahora el pupilo se hizo maestro.

Kobe se reencontró consigo mismo ante Minnesota Timberwolves tras anotar 38 puntos y siete triples de récord (cinco asistencias y otros tantos rebotes). Con 37 años de edad es el jugador más veterano en llegar a esa marca (más de 35 puntos) desde Karl Malone en 2003. Kobe se despidió a lo grande de los jugadores del equipo rival, por cierto, muchos de ellos formaron parte del homenaje de la temporada pasada, cuando el escolta superó al propio Jordan como tercer máximo anotador de la historia de la NBA.

Y entre ellos, Andrew Wiggins, que como Kobe en el momento de su cara a cara con Jordan, está viviendo su segundo año en la liga. El veterano tampoco tuvo problemas en repetir el detalle y durante el partido hubo intercambio de palabras, sobre todo cuando el canadiense pagó al cinco veces campeón de la NBA con su misma moneda. Durante un lance del encuentro, Kobe y Wiggins se marcaron mutuamente. El veinteañero testó a Bryant en labores defensivas, se giró y lanzó a canasta para anotar. Wiggins utilizó el movimiento que ha llevado a cabo Kobe durante 20 años y la que fue una de la lecciones que aprendió de Jordan.

"Esa jugada me suena", le dijo Kobe mientras recuperaban la posición en el otro lado de la duela.

"Lo aprendí de ti", contestó Wiggins.

Sobraron los piropos por parte del jugador de los Lakers y viceversa. El testigo volvió a cambiar de manos porque es el momento del cambio generacional. Jordan cumplió con su responsabilidad social de pasarle sus conocimientos a Kobe, que ha hecho lo propio con Wiggins. En la vida como en el básquetbol la sabiduría se transmite generación a generación. Esta es una buena prueba de ello.

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