El renacer de Arda Turan

El renacer de Arda Turan

La pretemporada del FC Barcelona arrancó con una victoria del equipo culé ante el Celtic de Glasgow, pero la perla de aquella tarde fue el golazo de Arda Turan. Con un toque sutil, el turco daba un golpe en la mesa y anunciaba que este año sería diferente.

La temporada pasada, tras ser traspasado por el Atlético de Madrid a razón de 40 millones de euros, el atacante dejó muchas dudas en la afición culé. Luis Enrique no pudo contar con él durante los primeros seis meses del campeonato, y cuando expiró el tiempo de la sanción de la FIFA, apostó por el internacional en el puesto de interior, para dar respiro a Iniesta.

Con un equipo que llevaba meses en su velocidad de crucero, Arda no llegó jamás a encontrarse. Su estado físico no era el optimo, pero lo peor era la clara falta de conexión con sus compañeros. Sus prestaciones fueron tan deficientes. sobre todo tras salir en la segunda parte del Clásico, que muchos apostaron por su salida del club.

Sin embargo, Arda tendría otros planes. A su gol ante el Celtic, sumó un gran partido en el Gamper, y dos fantásticas actuaciones en la Super Copa de España, anotando dos goles y brindando una asistencia brillante a Messi. El arranque de la Liga, ante el Betis, no podría haber sido mejor: un gol a los 6 minutos, el primero del campeonato para los blaugrana, y otros 90 minutos de calidad para ganarse el puesto como primer recambio del técnico.

Su nueva posición en el campo, como falso extremo izquierdo, le viene como anillo al dedo a Turan. Desde ese sector puede explotar su creatividad con más espacios, y su cercanía al área le convierte en un seguro de vida en las segundas jugadas, de ahí su aumento de protagonismo contra las redes rivales. De cualquier manera, Luis Enrique sigue contando con él para el mediocampo, por eso pasó a la posición de interior cuando Munir entró por Denis Suárez. Una vez en ese puesto, las prestaciones del turco bajaron, pero obviamente el partido ya había entrado en un periodo de definición con un ritmo mucho más bajo y que no sirvió para más que ver pasar los minutos.

Lo cierto es que esa polivalencia de Arda, unidos a su nuevo sentido de la entrega al juego del grupo y su conexión con Messi y Suárez, han derivado en que la situación del turco haya dado un giro de 180 grados. Nadie podía pensar hace unos meses que en estos momentos el excolchonero sería una pieza clave en el engranaje culé, pero su trabajo está pagando dividendos y Arda quiere tener un año para enmarcar con su equipo.

También te puede interesar:

Empieza el puzzle para Zidane

Isco es esencial

Zidane luce su ataque