Osorio debe irse ya del Tri

Un equipo sin alma, corazón, espíritu, coraje, pasión y lo más importante, sin pantalones es en lo que se ha convertido la Selección Mexicana bajo el mando del estratega colombiano, Juan Carlos Osorio.

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Desde su llegada al mando del Tri sólo ha figurado por su libreta y sus plumas de color azul (supuestamente para anotar lo bueno que hace su equipo en la cancha, que seguramente serán pocas anotaciones), y la color rojo (las hojas de la libreta estarán saturadas con este bolígrafo), porque si se habla del desempeño de su escuadra en el terreno de juego, no existen cosas para resaltar.

La debacle del señor Osorio con el combinado Azteca tuvo su culmen en la goleada que le propinara en la Copa América Centenario la selección chilena. Ese siete goles a cero lo dejó marcado de por vida, y con el equipo mexicano golpeado, abrumado, triste y sin capacidad de respuesta.

El Tri no logra levantar cabeza. Se ha vuelto un equipo perdido en el terreno de juego. Los jugadores se ven sin idea, sin sentido y no entienden lo que pretende su entrenador en la cancha. Juan Carlos Osorio perdió la brújula desde ese fatídico partido y no se ve cómo se recupere.

Supuestamente los altos mandos de la Federación Mexicana de Futbol le habían sugerido, recomendado, ‘ordenado’ (si cabe la palabra), que ya no hiciera tantas rotaciones en su equipo, con tal de encontrar un equipo base; a Osorio todo eso le valió un ‘pepino’ y regresó a las andadas. Su demagogia de continuar con las rotaciones y creer en jugadores que no pueden portar la playera verde, siguen privando en el ambiente del equipo nacional.

Su gran pecado en el duelo ante Chile fue Jesús Dueñas, luego entonces, ¿porqué lo sigue llevando? ¿porqué colocar a Diego Reyes como contención? lució perdido, sin sentido de ubicación, sin defender correctamente. Las necedades de Osorio que trata de justificar con su buen hablar, ya no tienen más lugar en el ambiente del futbol mexicano.

Los jugadores también tienen su gran culpa en este -otro más- gris panorama de la selección mexicana. Salen a la cancha sin ganas, sin espíritu ganador, caminan en el terreno de juego; los ‘europeos’ no dan la cara por el equipo, están sobrados y parece que le ‘están tendiendo la cama a su DT’, aunque salgan a decir que “están a muerte con Osorio y que confían en su sistema” la realidad se vislumbra totalmente diferente.

Ahora viene el arranque del hexagonal final frente a Estados Unidos y en el frío terreno de Columbus, Ohio, donde nunca se ha podido salir avante, y hoy, parece que la historia se volverá a repetir.

Un cambio de timón es necesario, urgente y vital para que la Selección Mexicana busque retomar la grandeza en casa; el estadio Azteca debe volver a pesar como antaño y no ser la burla de los equipos centroamericanos; el inmueble de Tlalpan se debe respetar, pero hoy, cualquiera le puede ganar a México, humillarlo y hacerle ver su pobreza.

¿Volvería Miguel ‘Piojo’ Herrera al banquillo nacional? sería un error. El único que se vislumbra para tomar las riendas del equipo y tal vez darle un giro importante y vigoroso al equipo sería Raúl ‘Potro’ Gutiérrez, no hay más. 

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Vienen tiempos importantes para la dirigencia de la FMF. Decisiones y no más palabrerías es lo que necesita el Tri ¿Qué pasará? ya lo veremos.

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