La lesión de Darwin Quintero, ¿señal de recuperación americanista?

En el instante más crítico para el americanismo aparece una lesión que hace del dramatismo individual un aliciente colectivo. La noticia de que Carlos Darwin Quintero padece una tromboflebitis causó rumores sobre fichajes para sustituirlo y bromas de mal gusto como darlo por muerto, pero en contraste hubo una masiva respuesta de aliento para su recuperación, por lo que sobresalió la reacción positiva hacia su persona.

 

Darwin Quintero. REUTERS/Edgard Garrido
Darwin Quintero. REUTERS/Edgard Garrido

 

Luego de que Quintero hiciera pública una carta para expresar su sentir, los mensajes de apoyo no se hicieron esperar.  "Les confieso que fue un golpe duro de asimilar el saber que no podré estar en las canchas por tiempo indefinido", manifestó en su texto. El matiz de "golpe duro de asimilar" surtió un efecto de empatía con la afición, empatía porque el aficionado sabe del dolor que implica para un futbolista estar fuera de actividad por una lesión con riesgo de un peligro mayor.

 

 

Tras someterse a diversos estudios, se ha descartado gravedad. Darwin podrá volver al terreno de juego en dos meses, según informa el club, dado que fue diagnosticado a tiempo para someterse a un tratamiento que le ayudará a sanar lo más rápido posible.

 

 

Mientras proliferó la angustia por lo delicado del asunto, compañeros de equipo, aficionados y medios le echaron porras a Quintero para que se mantuviera con buen ánimo y no se dejara caer. El episodio sirvió para frenas las opiniones sobre las secuelas de la derrota en el Clásico, frenar los cuestionamientos hacia Ambriz y el mal desempeño del América en la liga, así como la fricción entre afición y directiva por las decisiones que toma el club.

 

 

Si bien puede ser un pasaje olvidable, lo cierto es que tiene la posibilidad de ser trascendente para la comunión más importante de una camiseta: jugadores y aficionados. Este tipo de situaciones se absorben en un vestuario, que en este caso está urgido de motivación. Ahora que viene el duelo contra Cruz Azul, la pequeña unidad que logró Darwin puede servir de mucho, sobre todo que se compagina con el retorno Oribe Peralta al once americanista.

 

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