La polémica que encendió Colin Kaepernick se extiende hasta el hielo

Colin Kaepernick ha dado más de qué hablar por sus palabras y sus acciones fuera del emparrillado en las últimas semanas que dentro de él. En 2013, estuvo muy cerca de conducir a los 49ers de San Francisco a conquistar el Super Bowl, pero se quedó corto el esfuerzo. Desde entonces, todo ha sido cuesta abajo, un camino agreste y lleno de visicitudes para el joven quarterback.

Esta temporada, mientras está tratando de regresar a la escena de la NFL con mejores perspectivas deportivas, ha aprovechado también para hablar de un tema escabroso, que divide y genera polémica en la sociedad estadounidense, donde se intercalan los valores y el patriotismo de la nación de las barras y las estrellas con el de las libertades y la igualdad de género y raza, principalmente esta última temática.

Que Colin no se ponga de pie mientras se interpreta el himno nacional de los Estados Unidos ha desatado en muchos la ira, en otros la indignación, unos cuantos le han otorgado ese derecho y sólo algunos se han sumado y unido a la protesta de Kap, que insiste, que al tiempo de sentirse afortunado por haber nacido en esa nación, para él es imperativo alzar la voz y decir que las cosas no están bien en términos de igualdad y da la cara por las minorías. Las muertes por brutalidad policiaca en EEUU los pasados dos años han ido al alza y ese es un detonante en la cruzada de Kaepernick.

Pero la ventaja que tiene Kaepernick es que la NFL es una liga en la que predominan los jugadores de raza negra y su protesta, así como ha encontrado opositores, también ha hallado gente que lo apoya, como el esquinero de los Seattle Seahawks, Jeremy Lane, rival divisional de San Francisco, lo que deja claro es que esto va más allá del futbol americano.

John Tortorella es uno de los entrenadores más polémicos que hay en la National Hockey League (NHL), por sus extraños métodos para hacer las cosas y dirigir. Se ha hecho famoso (o infame, según se vea) por confrontar periodistas que le hacen preguntas que él considera incómodas, por realizar sesiones de entrenamiento de bloqueo de tiro de sus jugadores pero sin protección (que te pegue un puck en el abdomen es como recibir una pedrada) o en los intermedios de los partidos, dar discursos no aptos para todas las audiencias.

Por estos días, en algo que no debe asombrar a absolutamente nadie, John Tortorella dijo que si alguno de sus jugadores de la selección se sentaba durante el himno, se iba a quedar ahí durante todo el partido, desde luego, haciendo alusión a la famosa protesta de Kaepernick en búsqueda de concientización de cara a la igualdad social.

Esto derivó en la molestia, el hastío por parte de JT Brown, uno de los pocos jugadores de raza negra que hay en la NHL actualmente, se desempeña como alero para el Tampa Bay Lightning. Publicó un tuit en el que indica que esos comentarios de Tortorella simplemente le dan la razón a la protesta de Kaepernick, pues si alguien se sentara mientras se entona el himno y no jugara por esa razón, sólo se le llamaría de un modo a eso: represión.

Las palabras de JT son un claro ejemplo de cómo el mensaje de Kaepernick empieza a causar más ruido y otros atletas empiezan a simpatizar con la protesta pacífica. Brown dejó muy claro que respetaba a la milicia y a las fuerzas policiacas, que no tenía nada que ver con eso su tuit sino con el tema racial... en una liga que es predominantemente blanca, que un jugador de raza negra se ponga de pie y diga eso, para mí, sinceramente, tiene muchísimo valor.

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