Rogelio Funes Mori, el delantero de Rayados que no pudo anotarle a un portero noqueado

Rogelio Funes Mori en la Final de la Concachampions 2021 ante el América. (REUTERS/Jorge Mendoza)
Rogelio Funes Mori en la Final de la Concachampions 2021 ante el América. (REUTERS/Jorge Mendoza)

Rogelio Funes Mori se ha convertido en el blanco preferido de crítica en el futbol mexicano. El Mellizo lleva siete años en el futbol mexicano y durante todo este tiempo no se ha sacado de encima la etiqueta de bipolaridad que le otorga a los delanteros que oscilan entre el talento y la pifia. Quizá nadie represente esos bandazos con tanta precisión como él. Las Semifinales de la Liga MX entregaron una evidencia más.

En un partido pleno de emociones, como lo fue el Pachuca 5-2 Monterrey, el reflejo no pudo ser más claro: mientras Funes Mori, que entró de cambio para tratar de inclinar el partido en favor de los suyos, erró un penal clave; mientrar que Nicolás Ibáñez, del Pachuca, metió tres goles con los que puso a los Tuzos a un paso de la Final del futbol mexicano. Atormentado por las lesiones, Funes Mori ha tenido un semestre de pesadilla. Ayer suplió a Rodolfo Pizarro en el segundo tiempo. Su aura goleador hacía pensar que no había mejor momento para meterlo. Eso hacen los grandes jugadores: aparecer cuando les necesitan. Pero todo le volvió a jugar en contra.

A los 79 minutos, con el cotejo 3-2 favor Pachuca, Óscar Ustari arrolló a Jesús Gallardo en el área y el árbitro señaló penalti. El arquero de Tuzos, pese a cometer la falta, se llevó un duro golpe en el rostro. Fue atendido antes y después del penal —se hizo evidente que estaba grogui—. Aún así, tapó el tiro del delantero seleccionado nacional.

Del posible 3-3 se pasó a un 5-2 en los minutos finales que prácticamente dejó enterradas las opciones de Monterrey. Ustari confesó al final del partido que ni siquiera se dio cuenta de que paró el penal: "Me sentía muy mareado, no me dejaba de sangrar. Pregunté dos o tres veces el resultado después del penal, no recordaba cuánto íbamos. (Me di cuenta de que lo atajé) porque me pegó en la mano, ya no me podía parar. Al ver que se me acercaron mis compañeros, quería decir que habíamos corregido el error", dijo a Marca Claro.

Funes Mori también se perdió otra oportunidad franca en un mano a mano con Ustari. Es cierto que el remato le quedó para su pierna inhábil, la zurda, pero sin marca, y sólo con el arquero en le horizonte, se esperaría que por lo menos el disparo saliera con dirección de portería. Se fue por un costado, ni siquiera cerca del poste. En redes sociales, nadie tuvo piedad con él. Empezando, sí, por los aficionados de su equipo, pero muchos recordaron que el punta de Rayados es opción firme para ir al Mundial, pues ha sido uno de los infaltables para Gerardo Martino en cada convocatoria para la que está disponible.

Es indudable que Funes Mori aporta desde otros puntos de análisis: la forma en que baja balones aéreos para dejar de frente a sus compañeros. Tiene la sensibilidad adecuada para asociarse con sus compañeros y crear opciones de peligro. Pero su momento actual es probablemente el más bajo que ha vivido desde que llegó a Liga MX.

Su gran deuda en Rayados, pese a ser el goleador histórico, tiene que ver con los momentos cumbre, ahí donde se separa a los buenos jugadores de los ídolos. Por ese motivo, aunque haya superado a Humberto Suazo en cifras, parece lejano el día en que pueda reemplazarlo en el corazón de los aficionados de Rayados. Y no se diga en lo que respecta a Selección Mexicana: cada vez son más las voces que indignan por su posibles asistencia a la Copa del Mundo de Qatar.

Desde sus inicios, en River Plate, Funes Mori fue considerado un jugador irregular: capaz de meter un gol de gran calidad y, enseguida, cometer una falla insólita para los parámetros del futbol profesional. Ha escrito un capítulo más en ese historial de bandazos: falló un penal ante un portero que estaba noqueado.

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