La Copa Oro y el escándalo de los medios por no tener 'estrellas' de México

Desde la negativa de Carlos Vela para asistir al llamado de la selección Mexicana que participaría en la Copa Mundial de Brasil 2014, su mejor momento como atleta, el valor de jugar en el Tri lució como una opción que daba pocos réditos a los jugadores y al mismo tiempo fue un ejemplo, bueno o malo, para que otros se negaran también a futuros llamados sin ninguna consecuencia.

Carlos Vela jugó casi todo el ciclo mundialista para Rusia 2018, eliminatorias, Copa Confederaciones y Copa del Mundo. A casi un año de distancia, verlo nuevamente vistiendo el uniforme tricolor, parece más que imposible.

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Y no sólo es Vela, a quien tomamos como ejemplo, se unieron al ‘no llamado’, Héctor Herrera y Javier Hernández, además del auténtico no llamado a Jesús Manuel ‘Tecatito’ Corona, vaya, que no fue convocado por Gerardo Martino.

Los medios son quienes se muestran más alarmados ante estas ausencias, a las que sumamos la de Hirving Lozano, quien fue convocado, pero aún no está totalmente recuperado para los amistosos y se duda de su participación en este certamen.

No podía ser el mismo lamento mediático el que se vivió en la Copa Oro de 2017, por aquellos días la selección mayor jugaba la Copa Confederaciones con toda la pléyade mexicana y el resultado de enviar una selección ‘B’ fue catastrófico. No se ganó una copa que sine qua non debe ganarse aún con un grupo conformado por suplentes.

Y es que la realidad es esa, la Copa Oro no aporta prácticamente ningún valor a los jugadores que participan en ella. Negarse a un llamado regional, en este caso Concacaf, no es lo mismo que un seleccionado español que sea llamado a jugar una Eurocopa de Naciones o un jugador japonés a una Copa Asiática.

Sin embargo, para jugadores como Héctor Herrera es más valioso comenzar el ansiado ciclo con el Atlético de Madrid, que asistir con su selección a una devaluada Copa Oro. Su decisión lo dice todo.

Es que así es, este es probablemente el torneo regional más devaluado de todo el mundo, en el que dos naciones solamente dominan, México y Estados Unidos, y si una de ellas asiste con suplentes o participa de ‘mal humor’, puede aparecer, si hay suerte, una Jamaica o Costa Rica, que den la nota. Y no hay más, así es la zona de Centro, Norteamérica y el Caribe que le tocó a México para medirse en el fútbol.

Por ese mismo nivel, es que los medios nos venden un producto de “primera”, como si lo vendieran esas personas que ofrecen sus productos, “es de moda, es de calidad”, en el metro de la Ciudad de México. El Tri es sin duda el favorito, el que llena más estadios en Estados Unidos, el que atrae más patrocinadores, el que las cadenas le otorgan más tiempo para entrevistas, reportajes, notas informativas. La Copa Oro es el torneo en el que se puede alcanzar más brillo sin tanto pasar el trapo.

Llevar “estrellas” garantiza elevar más todo lo anterior. ¿Quién no quiere ver a Vela, ‘Chicharito’ y Raúl Jiménez juntos en un combinado mexicano? ¿Qué importa si es la Copa Oro, la Copa Plata, Cobre, Bronce o cualquier metal?

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La Copa Oro, se quiera o no, será la única ‘gran’ vitrina para mostrar a la selección Mexicana en este 2019, pues no participará en la Copa América de Brasil, un torneo en el que se solía participar. La necesidad de cadenas deportivas que transmitirán la Copa Oro por mostrar el mejor producto, es innegable, es la justa más grande que tendrá el Tri en este año, pero será difícil ‘inflar’ una selección en la que se niegan a participar sus ‘estrellas’.

Situación que no sucede en las de Argentina o Paraguay, en las que una “negativa” por parte de sus jugadores, nunca la ha visto, según Gerardo Martino. Así es el fútbol mexicano, integrado por elementos que se niegan hacer en su selección, lo que se supone se dedican todos los días.