“¿Quiere que Cataluña tenga una liga de fútbol en forma de campeonato independiente a la Liga Santander?”
“¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?”. Ese es el interrogante que el gobierno catalán, partidos nacionalistas y asociaciones civiles impulsan para llevar a cabo un referéndum el 1 de octubre, que tiene como objetivo preguntar a los habitantes de esta comunidad autónoma si quieren desligarse o seguir unidos a España.
Con perdón de independentistas y unionistas, y sin querer faltar el respeto al debate, dicha pregunta, trasladada al fútbol, sería algo como: “¿Quiere que Cataluña tenga una liga de fútbol en forma de campeonato independiente a la Liga Santander?”. Fútbol y política.
Dice el tópico que fútbol y política no se mezclan, pero no es así. La verdad es que van más unidos de lo que muchos creen. Para la muestra, un botón. Sin ir más lejos, Pep Guardiola, entre otros invitados, leyó el domingo pasado, en Barcelona, un manifiesto durante un acto para apoyar el referéndum y la polémica encendió redes sociales y medios españoles. Política y fútbol.
Al margen de la política y las discusiones ideológicas, económicas y culturales, de darse la supuesta separación de Cataluña frente a España, hay otra pregunta trascendental que ronda a los futboleros: ¿qué equipos de fútbol integrarían una posible liga catalana de Primera División?
En el presunto caso de que se dé este hecho, muchos socios argumentan que el FC Barcelona debería seguir en la Liga Santander o que, buscando otros horizontes, intentara pedir su ingreso a la Ligue 1, el campeonato de Francia. Sin embargo, otra facción de socios apoya ser la cabeza de una Liga Catalana de Fútbol Profesional (en catalán: Lliga Catalana de Futbol Professional, LCFP). Haciendo valor a su eslogan: “Más que un club”, no estaría bien visto que el equipo azulgrana buscara destino diferente.
El RCD Espanyol sería otro fijo en La Lliga. Los blanquiazules, como némesis culé, y segundo equipo en historia de la Comunidad (“¡Maravillosa minoría!”, dice su lema más conocido), serían importantes para tomar el papel antagónico, necesario para equilibrar fuerzas y poner a marchar La Lliga. El derbi (Barcelona-Espanyol) asumiría el rol del clásico (Barcelona-Real Madrid) ¿…?
El Girona FC, recién ascendido a la Liga Santander; y el Gimnàstic de Tarragona, que logró por los pelos mantenerse en la Segunda A, conformarían el pleno de seis equipos de nivel superior para integrar y vender La Lliga al mundo. ¿Quién da más?
El CE Sabadell, un histórico que sobrevive en Segunda B; junto con otro equipo que tuvo sus años de gloria en la Primera División española, el Lleida Esportiu; además del UE Llagostera; la UE Cornellà, el CE L’Hospitalet, la UE Figueres, estarían invitados a ser protagonistas de segundo nivel en La Lliga.
Finalmente, hay nombres que no se pueden dejar atrás, el FC Ascó -no hay que hacerle asco-; o el CE Júpiter, un equipo de otro planeta. ¡Ah! y no estaría demás invitar a uno de los fundadores de la Liga española, el CE Europa. Porque si Cataluña se independiza y queda por fuera del Tratado de Schengen, esta sería otra forma de estar ligada con el continente. “Europa, Europa, sempre endavant!”. (“¡Europa, Europa, siempre adelante!”, así dice el lema del CE Europa). Venga, ¡adelante!
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