Otro final con escándalo, esta vez en Uruguay
Un nuevo episodio de violencia incomprensible se vivió este fin de semana en Uruguay. La intolerancia volvió a decir presente y como ya hemos dicho y publicado en varias ocasiones en estas mismas columnas los graves hechos tienen como principales protagonistas a los jugadores.
La violencia dejó de ser “exclusiva” (irónicamente hablando) de las tristemente célebres barras bravas. Esa misma actitud inaceptable pasó a ser parte de los propios jugadores. Una barbaridad por donde se la mire.
El penoso suceso tuvo como protagonistas a los jugadores de Central y Wanderers de Artigas, quienes se enfrentaban por los Cuartos de Final de los clubes campeones de la OFI (Organización de Fútbol de Interior).
Central había conseguido el pase a la siguiente ronda tras ganar 4 a 1 en el global (2 a 1 en la ida y 2 a 0 en la revancha) y al finalizar el partido el portero Fabio García, de Central, fue agredido a golpes por los rivales y debió ser trasladado a un Centro Médico.
Según las imágenes y testigos del lugar, los jugadores de Wanderers fueron quienes iniciaron el pleito, retirándose del partido a los escupitajos y rompiendo sillas a patadas.
Una vergüenza por donde se la mire y que merece recibir un castigo ejemplar por parte de la OFI.
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