Oribe, el último gran héroe azteca de los 150 goles

Suele ocurrir que a los grandes jugadores que ha dado el fútbol mexicano no se les reconozca a tiempo su valor, su aporte y su talento; aunque parece que este no es el caso con Oribe Peralta, quien debe sentirse y saberse muy querido, no sólo por toda la nación azulcrema que lo idolatra y lo tiene endiosado, sino también por el medio mexicano en general. El aficionado al fútbol y el que tiene un poquito de memoria, sabe que jugadores como el ‘Hermoso’ no se dan mucho en el medio mexicano, jugadores con talento que además son tocados por la fortuna, que le agregan compromiso y responsabilidad a cada una de sus actuaciones, siendo siempre una amenaza para los rivales y un referente para los equipos que cuentan con él.

Oribe llegó a 150 goles en Primera. Foto EFE
Oribe llegó a 150 goles en Primera. Foto EFE

El éxito no siempre estuvo rondando el aura de Oribe, quizá también esa sea una de las causas de que más allá del equipo que uno siga en la Liga MX, al pronunciar el nombre del goleador del América que acaba de alcanzar los 150 goles en el fútbol mexicano, uno no tenga más que sonrisas y buena onda, al recordar muchas de sus aventuras con el representativo nacional, su entrega y la garantía de sacrificio y trabajo que representa su presencia en el campo.

Video: Gol 150 de Oribe en la Primera División

Para llegar al estatus que hoy tiene, Peralta tuvo que pelear mucho, remar desde abajo por años y pelear contra muchas adversidades para hacerse un hueco en el fútbol azteca. Dio muchas vueltas antes de asentarse y quedarse como el titular de un equipo. Desde que debutó en Morelia en 2003, justamente en un duelo ante el América, luego en su paso por segunda con León, su transferencia a Monterrey y su primera etapa en Santos, se le veían condiciones pero nunca tuvo la confianza de tener un torneo completo para demostrar de lo que era capaz, eso llegó hasta el 2009. Seis años después de debutar llegó cedido por Santos a Jaguares, equipo que lo transformó y lanzó a las grandes esferas consiguiendo 12 goles en los dos torneos que jugó en Chiapas que le ganaron un lugar a su regreso al cuadro lagunero.

En el equipo de la frontera sur fue donde su nombre dejó de ser uno más y para su vuelta al Santos en el 2010, los goles y buenas actuaciones le valieron ser titular e iniciar el camino consagratorio que pronto le devolvió a la Selección, lugar al que había asistido por primera vez en el 2005 y al que regresó en 2011, año en que marcó su primer gol con la verde. Hasta antes del 2010, ‘El Cepillo’ apenas tenía 31 goles anotados en Primera División, a partir de ahí las cifras explotaron y en menos de 7 años ha marcado 120 goles en el máximo circuito para rebasar la barrera de los 150 y ser el jugador mexicano número 15 en lograrlo, único en activo.

Video: Doblete de Oribe para darle el Oro a México en Londres 2012

El idilio con el Tri no se debe a las anotaciones que marcó para conseguir la apurada clasificación al Mundial de Brasil 2014, ni a los 23 goles marcados en los más de 50 partidos con México, su nombre será recordado y está grabado en la eternidad por la Medalla de Oro que le dio al combinado mexicano con un doblete en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Aquella tarde en Wembley impuso su sello en el campo, y grabó por siempre su nombre entre los inmortales del fútbol mexicano, y además un año antes con sus goles también había dado el Oro Panamericano, un doble logro en tan corto tiempo que al menos en nuestra era parece irrepetible, así como Oribe.

Desde ese momento su nombre se convirtió en marca registrada, sus pasos eran seguidos más de cerca, llegó la fama desmedida, comenzaron los acuerdos comerciales para representar unas marcas y ser vestido y patrocinado por otras, todo ganado con esfuerzo, sin que nadie le regalara nada, explotando sus cualidades y defectos para convertirlo en un ídolo al que se le perdona todo, incluso haber fichado por el club más odiado de México, el América.

Video: Goles de Oribe con la Selección Mayor

Su momento le llegó tarde, después de los 26 años fue que Peralta se convirtió en lo que hoy conocemos, un ilustre jugador totalmente representativo del sentimiento, la pasión y la forma de vivir del mexicano. Hoy con 33 años y más cerca del retiro es patrimonio del fútbol mexicano. Oribe no es del América, Oribe es de México.

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