Las polémicas decisiones de Sampaoli

Sampaoli habla con un asistente durante el entrenamiento de Argentina. | Foto: REUTERS/Albert Gea
Sampaoli habla con un asistente durante el entrenamiento de Argentina. | Foto: REUTERS/Albert Gea

No es fácil ser el director técnico de la selección de un país donde hay otros 40 millones que pretenden ocupar esa misma posición.

Que la Argentina es un país futbolero, nadie lo duda. Es tal vez la única “religión” que comparten sus habitantes. Está por encima de todo.

De ahí que sea quien sea el que ocupe ese puesto, siempre será criticado, para bien o para mal. El argentino, en esa cuestión, es un inconformista por naturaleza.

Faltan pocos días para el inicio del Mundial y Jorge Sampaoli asume ese duro compromiso, que se transforma casi en una obligación, de llevar a la Argentina a su tercer título.

Desde que se hizo cargo del trabajo nada fue fácil. Hay que darle la derecha en ese aspecto. Clasificó con la soga al cuello, cuando el verdugo estaba a punto de patear la silla. Superó ese escollo. Ahora llega el más importante.

A lo largo de ese camino Sampaoli tomó decisiones polémicas, impulsadas por las urgencias que se fueron sucediendo.

Una de las más sonadas fue aquella de haberle dado al plantel un día libre al plantel luego del empate ante Perú en La Bombonera, resultado que comprometía la clasificación al Mundial, previo al viaje a Quito, donde había que ganarle sí o sí a Ecuador.

El destino (y la maestría de Messi) le salvaron el pellejo. Argentina dependía de si misma y supo aprovechar esa condición. ¿Qué hubiese pasado si quedaba afuera? Inimaginable…

Con el pasaporte sellado, llegaba la etapa más dura y cruel. Elegir a los 23. Antes de eso pasaba la doble y última fecha FIFA previa al Mundial, con triunfo ante una Italia destrozada en lo anímico y papelón histórico ante España.

Sampaoli dejaba afuera a dos jugadores en los que muchos ponían fichas a ganador: Lautaro Martínez y Ricardo Centurión, ambos de Racing, equipo al que el técnico iba a ver casi todos los fines de semana en la etapa final de la Superliga Argentina.

En la lista aparecían tres futbolistas “poco queridos” por la afición: Lucas Biglia, quien encima viene arrastrando una dura lesión, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero, este último tal vez el menos cuestionado de los tres aunque también recuperándose de una lesión.

Otro aspecto que aún preocupa es el puesto de volante de contención. El único de los 23 que cumple con esa función por naturaleza es Javier Mascherano, a pesar de que en su exitoso y largo paso por el Barcelona lo hizo más como defensor central que de “5”.

Con Biglia entre algodones y Mascherano quemando sus últimos cartuchos, ¿quién sería el reemplazo en caso de emergencia? NINGUNO de los convocados.

Sampoli dejó de lado a los jóvenes Santiago Ascacibar y Matías Kranevitter, dos de los más solicitados por la afición y capacitados para cumplir esa función.

En cuanto al puesto de arquero, tuvo que ceder a la presión y convocar al mejor arquero argentino de la actualidad: Franco Armani. Ahora habrá que ver si será titular. Todo indica que no y que el veterano Wilfredo Caballero ocupará esa posición. Otro punto de conflicto.

Y cuando todo parecía regresar a la calma tras la turbulenta semana a causa de la polémica por la negativa de viajar a Israel, Manuel Lanzini se rompe el ligamento cruzado.

¿Quién será su reemplazante? Vuelven a la acción los 40 millones de técnicos. Centurión está descartado porque acaba de ser operado del apéndice.

¿Lautaro Martínez? Podría ser una opción viable a pesar de no cumplir con la misma función. ¿Enzo Pérez? Una gran alternativa por su polifuncionalidad. ¿Guido Pizarro? Otro de los que estuvo en la consideración, pero que quedó afuera en el corte definitivo. ¿Diego Perotti? Muy posible si lo vemos por el lado de que es el que más se asemeja al juego de Lanzini. ¿Leandro Paredes? Otro que tiene características similares y que se puede adaptar a otras funciones en el medio.

De acuerdo al panorama actual, habría que dar un volantazo y ante esta repentina e impensada coyuntura reforzar la marca.

Del medio hacia arriba hay alternativas. Están Pavón, Dybala. También hay otras variantes como Banega (también en la mira ya que sufrió una molestia en la práctica del viernes) y Lo Celso en la creación y la salida limpia.

¿Por qué entonces no inclinarse por Ascacibar o Kranevitter y así tener cubiertos todos los puestos? La última palabra la tiene, como siempre, Sampaoli, sobre todo si lo de Banega se llega a transformar en grave.

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