El movimiento terrorista Hamas agradeció a Argentina

No es novedad que la política va de la mano con el fútbol. Ha pasado desde siempre. Ejemplos hay por doquier, muchos de ellos comprobables de palabra, otros cuyas consecuencias se caen de maduro por más que no existan registros que lo comprueben de manera fehaciente.

Ya en 1934, en ocasión del Mundial de Italia, se hablaba de la “mano” de Benito Mussolini en la primera consagración de la “Azzurra” como campeona del mundo, inclusive de las amenazas del dictador al plantel si no ganaban la Copa.

¿Quién no habla de la influencia de otro dictador como Franco en varias conquistas del Real Madrid, o de la Junta Militar Argentina en el Mundial 1978?

Dudas, sospechas, rumores existen y existirán por siempre. No se puede dejar de lado la relación política-fútbol.

Este sábado Argentina debía visitar Israel para el último amistoso antes del Mundial. Todo estaba arreglado para que el partido se jugara en la ciudad de Jerusalem.

Hasta que sucedió lo… ¿imprevisto? La negativa del plantel y cuerpo técnico de la Albiceleste a trasladarse a Tierra Santa se planteó luego de que un grupo minúsculo de pro-palestinos se manifestara en las afueras del campo de entrenamiento del Barcelona (donde Argentina se prepara para el Mundial), lanzando “pedidos” algo subidos de tono para que no jueguen dicho encuentro, al tiempo que mostraban camisetas con el número 10 de Messi manchadas de sangre.

Finalmente ganaron los violentos. Argentina, en la voz del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, anunciaba que el partido se suspendía, incumpliendo un contrato firmado por el que cobraron 2 millones de dólares, suma que no han devuelto a la empresa organizadora proponiendo otras alternativas para que se dispute el partido luego del Mundial.

Tapia le pidió disculpas “a la comunidad israelí, a la comunidad judía” y que se tome esto “como un aporte a la paz mundial”. Un disparate por donde se lo mire. (Lo dice en el siguiente video a partir del minuto 2 con 25 segundos)

A partir de esta incomprensible situación, ya que estaban todas las garantías dadas para que todo se desarrolle dentro de un marco de tranquilidad, surgen algunas preguntas.

¿Tanta influencia tienen los jugadores como para pasar por sobre la autoridad de la AFA? No vamos a culpar a Messi por tal decisión ya que no hay pruebas al respecto, pero si recordar que el propio capitán de la selección viajó en 2013 con el Barcelona a la misma ciudad, jugó con su equipo y visitó los lugares sagrados como el Muro de los Lamentos. ¿Por qué entonces con el Barcelona sí y con Argentina no?

Pero si hay algo que fue la gota que rebalsó en vaso es el mensaje que por Twitter envió la organización terrorista Hamas, agradeciendo a la Argentina.

No suelo escribir mis notas en primera persona, pero en ciertas ocasiones puntuales (como esta) lo hago: como argentino me siento avergonzado. La violencia le torció el brazo al fútbol. ¿Qué más se puede agregar?

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