La dieta de un futbolista

El diario inglés The Mirror publicó un artículo donde describe la dieta de un futbolista de la Liga Premier.

En épocas de un fútbol científicamente controlado, la alimentación, que siempre ha sido importante, cada vez se convierte más en un elemento vital para marcar diferencia.

Atrás van quedando esas largas pretemporadas de jornadas excesivas de acondicionamiento físico, y esos desgastantes entrenamientos a doble y triple turno pensados para mantener al futbolista en forma toda la temporada.

Quizás el factor decisivo para el cambio de rutina en el fútbol tenga que ver con que el jugador de hoy es más consciente de su alimentación y el beneficio que esta trae para su rendimiento individual. Antes el futbolista era más bohemio y silvestre, hoy es más disciplinado y moldeado.

En el pasado no era habitual ver a un nutricionista haciendo parte del plantel. Hoy es impensado no tener a uno controlando lo que ingieren los jugadores.

Según el reporte de The Mirror, los futbolistas pueden llegar a cubrir un total de 10 kilómetros durante un partido, y quemar más de 1500 calorías en el proceso.

De acuerdo al informe del diario inglés, la dieta de un jugador se divide en cuatro etapas.

ANTES DEL PARTIDO

En esta etapa inicial es importante consumir un desayuno basado en carbohidratos (pan, cereal, ciertas frutas, etc.) para darle energía al jugador. También es crucial hidratarse bien al levantarse de la cama, aproximadamente entre 500 y mil mililitros antes del puntapié inicial.

La comida final antes del partido (dependiendo si se juega en la mañana, al mediodía o en la noche) debe consumirse dos o tres horas antes del inicio del mismo. Las barras de energía ayudan cuando el equipo está viajando rumbo al estadio, pero sin llegar al punto de pesadez estomacal que te reste movilidad durante el juego.

PRECALENTAMIENTO

Los jugadores generalmente arriban al estadio 90 minutos antes del comienzo, por lo que en esta etapa solo se consumen líquidos para continuar la hidratación.

Hay productos especiales gelatinosos que contienen cafeína y que ayudan para la concentración y mantenerse en estado de alerta durante el partido.

ENTRETIEMPO

Al terminar el primer tiempo con seguridad las reservas de almacenamiento de carbohidratos estarán debajo de la mitad, por lo que es determinante consumir líquidos durante estos minutos de pausa.

REUTERS/Toru Hanai
REUTERS/Toru Hanai

Se debe evitar consumir botellas enteras de bebidas energéticas para no sufrir de calambres estomacales durante el segundo período. Unos cuantos sorbos de agua o una bebida energizante es suficiente para elevar los niveles de hidratación del organismo.

DESPUÉS DEL PARTIDO

Así se haya tomado bastante liquido en las fases anteriores es importante volver a hacerlo una vez termina el encuentro para acelerar la recuperación pospartido.

El metabolismo se mantiene activo con el mismo ritmo hasta 30 minutos después del final del juego, por lo que se recomienda que los futbolistas consuman batidos de proteínas, necesarios para que el organismo inicie la etapa de recuperación.

Y para cerrar el proceso, la comida pospartido es la que termina de proveer los otros nutrientes vitales para la recuperación completa. Esta debe contener proteínas y vegetales para recargar los músculos y reemplazar las vitaminas y minerales.

El informe de The Mirror culmina con lo que sería una comida ideal después de terminado el partido: una fajita de pollo con pimentones y cebolla, porciones de papa dulce y tres pedazos largos de tiras de pollo empanizados.

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