Julen Lopetegui juega con fuego

Foto: AP
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Vaya por delante una máxima: Haga lo que haga en estos momentos Julen Lopetegui, siempre va a recibir críticas.

Contra el Athletic de Bilbao, el técnico vasco dejó en el banquillo a Isco y Casemiro, dando entrada en el once a un excelso Dani Ceballos con la selección española sólo cinco días antes, y manteniendo en la alineación inicial a Toni Kroos, a Luka Modric y a su nueva delantera formada por Asensio, Benzema y Bale.

El equipo jugó un partido intenso, disputado de tú a tú, pero se vio desbordado en la primera parte al no contar con un mediocentro puro que mantuviera el equilibrio y resguardara a los centrales blancos ante las acometidas del conjunto vasco.

El gol de Muniaín fue el acicate que necesitó Lopetegui para dar dos pasos atrás y meter a Casemiro en la segunda mitad, quien mandó durante esos 45 minutos e impuso su ley ayudando a recomponer el mediocampo. En el minuto 61 entró Isco y, sólo dos minutos después, puso el 1-1 definitivo en el marcador.

Los jugadores del Real Madrid, el brasileño Marcelo (c) e Isco (d), celebran el primer y único gol del equipo madridista durante el encuentro correspondiente a la cuarta jornada de primera división que han disputado frente al Athletic en el estadio de San Mamés, en Bilbao. EFE
Los jugadores del Real Madrid, el brasileño Marcelo (c) e Isco (d), celebran el primer y único gol del equipo madridista durante el encuentro correspondiente a la cuarta jornada de primera división que han disputado frente al Athletic en el estadio de San Mamés, en Bilbao. EFE

Está claro que Lopetegui es quien tiene la patata caliente de decidir a qué jugador deja fuera en cada encuentro, pero entre intentar ser justo con los futbolistas que están en mejor estado físico y dar bola a los veteranos, el nuevo técnico corre el peligro de dejar escapar puntos tan importantes como los de Bilbao. Es cierto que el equipo lo dio todo y la imagen del conjunto sobre el campo fue más que aceptable, pero no menos cierto es que a estas alturas, y como viene siendo norma los últimos años, el FC Barcelona ya le saca una ventaja de dos puntos a los blancos.

Por eso Lopetegui debe tener cuidado. Manuel Pellegrini, cuando llegó con plenos poderes a pilotar la temporada del gran regreso faraónico de Florentino Pérez a la entidad, aseguró que tenía que rotar en septiembre, octubre y noviembre para que sus hombres llegaran con opciones de pelear por todos los títulos al final de temporada. Sin embargo, con sus cambios constantes, el equipo perdió tantos puntos que al final se desinfló y acabó cediendo el campeonato al Barça, por más que en un arreón final a punto estuvo de llevarse la Liga ante el conjunto azulgrana.

Lopetegui aplaudiendo una acción de sus jugadores durante el duelo frente al Athletic en el Nuevo San Mamés (Foto: Omnisport)
Lopetegui aplaudiendo una acción de sus jugadores durante el duelo frente al Athletic en el Nuevo San Mamés (Foto: Omnisport)

Ahora que llega la Champions League bien haría Julen en asegurar que su equipo empiece a rayar al nivel esperado, pues de lo contrario el ruido alrededor del equipo se tornará insoportable. El vasco tiene que tomar una decisión y mostrar bien a las claras quien es el líder del equipo en el mediocampo. Por eso quien se quede en el banquillo ante la Roma acabará siendo el jugador que claramente haya caído en desgracia para el ex entrenador de la selección.

Por eso mismo, bien haría Julen con dejar de jugar con fuego, ser muy crítico del juego de su equipo y ser cien por cien honesto sobre los motivos por los cuales unos jugadores tienen más minutos que otros. De lo contrario, su castillo de naipes podría perfectamente desmoronarse en la primera curva.

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