En Colombia hasta los perros alientan

¿Quién no ha oído en el estadio, en una reunión, en una mesa de café o en su casa misma rodado de amigos que tal o cuál jugador es un “perro”? Claro, en clara referencia a que no es un virtuoso en el arte del fútbol.

Son palabras, definiciones, comparaciones que forman parte del folklore, sea en el país que sea.

Pero la distancia de comentarlo a verlo con los propios ojos es grande y no muy común de ver. Esta vez, en el mismísimo estadio Metropolitano de la ciudad de Barranquilla, mientras la selección local Colombia enfrentaba a Brasil por una nueva fecha de la Eliminatoria Mundialista de la Conmebol, un perro ingresó al campo de juego.

No es la primera ni la última vez que suceda, pero esta vez el perro era de verdad, no formaba parte de la imaginación.

¿De quién fue la culpa? Nadie lo sabe. Son accidentes que suceden aunque se trate de un partido de la importancia de este.

Una anécdota más que quedará para contar más allá del resultado final del partido.

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La alegría, por ahora, es sólo brasileña