El reencuentro menos (¿o más?) esperado

La historia data de hace 30 años. Diego Armando Maradona jugaba en el Napoli, era la gran figura, el “Mesías” que había llegado a la ciudad del sur italiano para revolucionar a un país y a un fútbol que hasta ese momento era dominado por los poderosos del Norte.

Diego Maradona / Foto: Getty Images
Diego Maradona / Foto: Getty Images

El “10” llegaba para darle identidad a un club casi desconocido fuera de las fronteras, que jamás había tenido la posibilidad de ser campeón y que era subestimado por los grandes.

Diego Maradona puso al Napoli en el mapa futbolístico del mundo. Sí, fue él, porque sin él seguramente jamás lo hubiese conseguido.

Pero el capitán de la selección argentina no era sólo noticia por sus cualidades futbolísticas. Sus aventuras personales comenzaban a ocupar las primeras planas y la relación con Cristiana Sinagra conmocionó a todos, sobre todo porque la joven napolitana daba a luz a Diego Armando Maradona Jr, el hijo que nunca quiso reconocer.

Treinta años pasaron para que la historia diera un vuelco de 180 grados. Maradona finalmente aceptó su paternidad y comenzó una relación su hijo.

Pero no todo quedó ahí. Este martes, con motivo de su visita a la ciudad que lo idolatra como un Dios, a la que llegó para ser declarado “Ciudadano Honorario”, Maradona compartió una cena con su hijo y la madre. Sí, con la mismísima Cristiana Sinagra.

Lo que hasta hace muy poco parecía imposible, se hizo realidad. El reencuentro menos esperado se produjo en medio de los festejos. Y Diego Jr fue feliz. Su lucha de 30 años dio sus frutos. Como se merecía. Como debe ser…

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