El Inter de Milán no consigue frenar su caída libre

Citadin Martins Eder celebra el gol conseguido frente al Crotone. (Foto: AP Photo/Antonio Calanni)
Citadin Martins Eder celebra el gol conseguido frente al Crotone. (Foto: AP Photo/Antonio Calanni)

La cara de Luciano Spalletti era un libro abierto tras la enésima decepción del Inter, en este caso un empate (1-1) en el Meazza frente al débil Crotone que rasga aún más la herida que viene desangrando al equipo ‘neroazzurro’ en los últimos dos meses. “Tan pronto como las cosas salen mal perdemos la confianza y demostramos debilidad de carácter”, sentenció el míster en la rueda de prensa posterior al partido. Por ahí, por los intangibles, se puede comenzar a explicar la crisis de un equipo que en diciembre marcaba números de campeón. Pero hay más, claro.

El Inter ganó su último partido a principios de diciembre. Aquel 5-0 al Chievo Verona fue el último paso vencedor de un equipo que desde entonces ha perdido contra el Udinese y el Sassuolo y ha cedido empates frente a todos sus rivales directos (Lazio, Fiorentina y Roma) y contra clubes manifiestamente más débiles como la SPAL o ayer, el Crotone.

La guinda a esta pésima racha la derrota contra el Milan en cuartos de final de la Copa y un balance goleador paupérrimo: cinco goles en los últimos ocho encuentros oficiales.

De agosto a diciembre, el equipo de Spalletti no perdió ni un solo partido en liga y amasó doce victorias de dieciséis posibles que lo colocaban al comando de la Serie A. ¿Qué le ha sucedido al conjunto fiable que marcaba el paso de los candidatos a destronar a la Juventus?

Perisic y Candreva son una sombra de los futbolistas punzantes, determinantes, que fueron en el primer tramo de la temporada. Las incorporaciones del mercado invernal, Lisandro López y Rafinha, no conseguirán elevar el rendimiento del equipo de forma inmediata y por el camino han quedado la fortaleza defensiva y la capacidad para rentabilizar los goles que les elevaron hasta diciembre. Solo Icardi mantiene la pólvora en un equipo espeso y con tendencia a perder el hilo de los partidos. Su consuelo es que no juegan Champions, pero a día de hoy el Inter conjuntado de principio de curso se antoja un equipo enterrado en el pasado.

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