La vergonzosa cloaca de Carlos Ahumada en el fútbol mexicano

Era el partido de vuelta de la gran final del Clausura 2003 de la Primera División del fútbol mexicano. Morelia había caído 3 goles a 1 en el partido de ida en el Estadio Tecnológico de Monterrey. Lograr el ansiado campeonato se veía difícil con ese marcador en contra, pero se jugaba en casa, en un estadio lleno con más de 40 mil espectadores.

No hubo goles y Monterrey lograba el segundo campeonato de la historia. En los pasillos que unían los vestidores del estadio todo era un caos, la prensa quería hablar con los jugadores, directivos querían felicitar al nuevo campeón, gran cantidad de seguidores rayados se habían colado.

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Entre esa frenética multitud había un personaje que caminaba de un lado a otro, Carlos Ahumada, el dirigente argentino ligado al fútbol y que gozaba de excelentes relaciones políticas. Parada en un rincón de esos pasillos del Estadio Morelos estaba Rosario Robles, de pie, con su bolso en mano, quien miraba con admiración a Ahumada haciendo su trabajo. En aquellos días algunos medios señalaban que mantenían una relación.

Ese 2003 era uno de los años que el argentino vivió con intensidad su paso por el fútbol mexicano. Pasaron los años, vinieron los videoescándalos, Rosario Robles incrementó su poder en las filas del PRI, Ahumada se fue de México y es en este 2019 cuando se destapan más casos de corrupción y malos manejos en los que se involucra a Ahumada con el fútbol y otros rubros.

Y es que su paso por el fútbol mexicano como “dueño” de León y Santos, sólo arrojó pérdidas. En aquel 2003 que Morelia perdía la final, se decía que Ahumada tenía nexos con el equipo michoacano, pero ya era propietario del León, del que se hizo cargo un año antes.

Ahumada le compró el León al polémico Roberto Zermeño y el argentino terminó por no pagarle completo el dinero que habían acordado y con la Fiera en la Segunda División. En 2004 Zermeño relató a la revista Proceso todo lo que sufrió haciendo negocios con Ahumada, quien gozaba de fuertes influencias políticas.

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Al descender León, Ahumada compró Santos al Grupo Modelo en 2003. Sólo bastó un año para que el equipo lagunero se viera en crisis económica y de descenso. Tuvo que intervenir Hacienda para que Grupo Modelo recobrara su equipo. Un año después vendrían los mencionados videoescándalos.

Carlos Ahumada quería revertir su mal paso por el fútbol mexicano. El periódico El Universal publicó detalles de las semifinales del Verano 2003 que jugaba León contra Lagartos de Tabasco. Según declaraciones de Antonio Carlos Santos, quien era técnico de los tabasqueños en aquel entonces.

“Llegamos con una ventaja de 2-0 y un día antes del partido, Ahumada y Carlos Reinoso le ofrecieron 500 mil pesos por lo menos a cinco jugadores. 500 mil pesos era, pero un chingo de lana y más para un jugador del Ascenso”, dijo Santos.

Con esas supuestas artimañas León llegó a la final, la cual perdió ante el Irapuato en una serie de partidos más extraños que haya vivido el fútbol mexicano. Invasión de cancha, helicópteros aterrizando en el estadio, vínculos con el narcotráfico, prestanombres y una Federación Mexicana de Fútbol que siempre aseguró desconocer todas estas anomalías.

Carlos Ahumada fue aprehendido en Argentina el 16 de agosto, pero puesto en libertad pocos días después. Pareciera que su aprehensión responde a una venganza política como algunos analistas señalan, pero sobre el argentino existe una orden de extradición desde agosto de 2018, solicitada tras la querella de defraudación fiscal girada en 2016 por la SHCP.

Pero su búsqueda que involucró hasta la Interpol, no se debe por sus malos manejos en el fútbol. De acuerdo con la FGR, Ahumada no presentó su declaración anual del Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondiente al ejercicio fiscal 2012, y no pagó al erario más de 1 millón 400 mil pesos.

Parece que esta historia de Ahumada con el fútbol mexicano aún no termina.